La huelga de autobuses de la EMT alcanza su octavo día y la paciencia de los usuarios comienza a verse mermada. Critican las interminables esperas y, sobre todo, la falta de seguridad en los autobuses debido a la saturación de los mismos en plena segunda ola del coronavirus. “Vamos apretados, sin poder mantener la distancia mínima de seguridad. Esto es ya un problema de salud pública”, denuncian. Ante esta situación, la Federación de Vecinos de Palma exige al alcalde, José Hila, que intervenga de forma activa para acabar con el conflicto y recuerda a todas las partes implicadas que "Palma necesita tanto a la EMT como a sus trabajadores”.

A las ocho de la mañana, eran muchas las personas que hacían cola en la parada de la calle Aragón, junto al Corte Inglés. Trabajadores, en su mayoría, pero también padres y madres que acompañaban a sus hijos al colegio aguardaban cada vez más impacientes la llegada de un autobús que tardó más de una hora en aparecer. Cuando las puertas del vehículo se abrieron, los usuarios comprobaron, con desesperación, que no había sitio para todos y aquellos que se quedaban en tierra, se veían abocados a una nueva espera.

Los que tuvieron suerte, lograron subir al autobús y viajar hasta los colegios o centros de trabajo “apelotonados, sin poder guardar la distancia de seguridad”. Una sanitaria, que se dirigía al centro de salud donde trabaja, criticó con dureza la situación. “Esto es ya un problema de salud pública”.

Esta situación que se ha vivido en la calle Aragón, se repite cada día desde que comenzó la huelga en la mayoría de paradas de la EMT. Por ello, la Federación de Vecinos de Palma pide al alcalde de Ciudad, José Hila, que intervenga directamente para llegar a un acuerdo y zanjar un conflicto que ya supera la semana de duración.

Así, la federación que preside Joan Forteza considera que hay “margen suficiente” para reabrir “de inmediato” la puerta a un nuevo período de negociaciones que debe liderar el alcalde socialista como máximo responsable de Palma y propone que se reanuden las líneas y frecuencias suprimidas durante el estado de alarma, así como las líneas que se vieron modificadas en destino y origen por la reforma general de la EMT a principios de año.

También pide a Hila que acelere la construcción de una nueva estación de gas ya que muchos de los nuevos buses de la EMT permanecen parados debido a la ausencia de esta instalación.

En cuanto a los turnos de trabajadores de los talleres de reparaciones de la EMT, las asociaciones vecinales reclaman a Hila que suprima los turnos de los domingos y días festivos y que mantenga solo los turnos de los sábados.

Debido a la situación de crisis social y económica en la ciudad, la federación recuerda que "Palma necesita tanto a la EMT como a sus trabajadores”, e insiste en que los representantes de Cort están “obligados” a llegar a un acuerdo pronto para evitar que la huelga indefinida continúe.