El alcalde de Palma, José Hila, advirtió este lunes a los sindicatos de la EMT que mantienen la huelga indefinida que ya dura ocho días, que “ahora”, con la situación de crisis sanitaria y social generada por la propagación de la covid-19 “es el momento de asegurar el mantenimiento de los puestos de trabajo en la empresa pública y no de reclamar más mejoras”.
Hila accedió este lunes a convocar para las tres de la tarde del martes a los sindicatos de la EMT en Cort con el fin de intentar alcanzar un acuerdo que permita desconvocar las movilizaciones, aunque advirtió que “si ellos no están dispuestos a ceder no va a servir para nada”.
Insistió una vez más en que, tras la inyección económica acordada por Cort de 16 millones el pasado mes de julio con el fin de garantizar que la empresa no entre en quiebra, el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y el abono íntegro de los salarios, “no tenemos más dinero” y el Ayuntamiento no puede aportar los 12 millones que supondría aceptar los puntos en los que no hay acuerdo.
Al respecto, desde el comité de huelga remitieron por la tarde un comunicado en el que desmienten “rotundamente” que las reivindicaciones plasmadas en los 16 puntos que reclaman “supongan un coste de 12 millones adicionales” a la EMT, y rebajan esta cantidad “a 101.000 euros”, aunque con los descuentos de los días de huelga “ya se han ahorrado 200.000”, aseguran.
La octava jornada de huelga se inició este martes con el intento de impedir a un chófer que no se sumó al paro saliera de las cocheras de la EMT, aunque finalmente la intervención policial propició que se pudiera incorporar al trabajo. De esta forma, este martes salieron a trabajar, además de este conductor, los 49 chóferes con servicios mínimos asignados, un 30% del total, por lo que el seguimiento de la protesta, fue nuevamente de prácticamente el 100%, al contrario de lo que ocurrió el sábado y domingo, que se cubrieron todos los servicios.
Corte de tráfico en Avenidas
Debido al anterior incidente los buses, a las ocho de la mañana , ya acumulaban un retraso de media hora, por lo que, incluso en las líneas con más frecuencias, los usuarios debían esperar más de 60 minutos el paso de un vehículo.
Poco antes de las diez de la mañana un centenar de huelguistas con los representantes sindicales al frente se congregaron en la plaza de España y cortaron la circulación de las Avenidas durante tres minutos. El piquete aprovechó que el semáforo de uno de los pasos de peatones se puso en verde para atravesarlo y cortar la circulación durante dos períodos en rojo. En una pancarta pedía la dimisión del alcalde y portaba un baúl negro con los nombres de la primera autoridad municipal, del concejal de Movilidad, Francesc Dalmau, y del director gerente de la EMT, Mateu Marcús.
Los concentrados se dirigieron después hasta la sede de la EMT en Anselm Clavé, que cerró sus puertas con usuarios dentro debido al impacto en la entrada de varios huevos. Uno de los portavoces del comité de huelga, José Antonio Salamanca, arengó a los reunidos asegurando: “Vamos a hacer historia” y les animó a realizar cada día “una nueva acción hasta que consigamos todos nuestros objetivos”, concluyendo la intervención con un “ánimo y ni un paso atrás”.
La portavoz del PP en Cort, Mercedes Celeste, además de ofrecerse como mediadora tanto al alcalde como al comité de huelga, pidió a José Hila que tenga “flexibilidad y cintura”, algo que, en su opinión, no han tenido los negociadores de la empresa, que han conseguido que “tanto los trabajadores como los usuarios del transporte público estén quemados”.
Otra voz que se unió a la petición de que el alcalde interviniera en la resolución del conflicto fue la Federació d’Associacions de Veïns de Palma. Su presidente, Joan Forteza, pidió la reapertura “de inmediato” de la negociación, con la reanudación de las líneas y frecuencias suprimidas, la aceleración de la construcción de la gasinera y que los trabajadores de talleres solo hagan turnos los sábados.
