La totalidad de los trabajadores de le EMT sin servicios mínimos asignados se han sumado al cuarto día consecutivo de huelga de 24 horas convocada por el comité de empresa y que se está ejecutando desde el pasado lunes después de los tres días de paros parciales de la semana pasada.

Fuentes sindicales han asegurado que, a partir de las cinco de la mañana de hoy, solo han salido de las cocheras de la EMT los 49 buses con servicios mínimos asignados, lo que representa el 30% del total, sin que, por el momento, se haya registrado ningún tipo de incidentes.

Por ello, miles de usuarios del transporte público palmesano, continuarán padeciendo las consecuencias de la huelga consistentes básicamente en soportar los retrasos provocados de entre 40 y 60 minutos en algunos casos debido a que solo circula un tercio de la flota habitual.

Como cada día, unos 200 trabajadores se han concentrado frente a las cocheras de Son Banya, que se encuentran custodiadas por un fuerte dispositivo policial.

El presidente de la empresa, Francesc Dalmau, tras la reunión fallida de más de seis horas de negociación que pasadas las nueve de la noche de ayer finalizó sin acuerdo, ha hecho un llamamiento "al diálogo y la negociación" y a la desconvocatoria de una huelga "que está haciendo daño a todos, especialmente a los ciudadanos que más necesitan el transporte público".

En estos momentos uno de los puntos en los que la negociación se ha enrocado es el consistente en los turnos de fines de semana y festivos de los trabajadores del taller. Tras la internalización de este servicio que estaba en manos privadas desde 2000, la empresa pretende que los trabajadores realicen turnos de fines de semana y festivos con el fin de atender a los servicios que se produzcan. Los sindicatos, no obstante, afirman que la imposición de estos turnos a los actuales trabajadores del taller supone una vulneración del actual convenio colectivo que, además, implica "un cambio sustancial de las condiciones de trabajo". En principio, estarían de acuerdo en que se puedan aplicar a los empleados de nueva contratación.

Otra cuestión que sigue distanciando notablemente las posturas entre trabajadores y empresa consiste en la exigencia de la parte sindical de que se mantenga el bolsín de 150 personas, de tal forma que todos sus integrantes sean llamados para cubrir las bajas que se produzcan. La empresa no quiere comprometerse a llamarles a todos, ya que, con la actual situación y con pérdidas de más de la mitad del pasaje que se han traducido en pérdidas millonarias de la recaudación que han obligado al Ayuntamiento de Palma autorizar el pasado julio una "inyección" de 16 millones de euros para que la empresa no quiebre, se desconoce cuántos nuevos trabajadores necesitará en los próximos años.

En relación a otro punto conflictivo relativo a la devolución de los días de vacaciones pendientes de años anteriores que se consumieron durante el confinamiento, según la empresa, se había llegado a un acuerdo de devolver el 50%.

Si bien después de la reunión de ayer no se fijó hora para continuar negociando hoy, ambas partes manifestaron su voluntad de hacerlo, aunque se está a la espera de que la parte contraria mueva ficha.