Recorriendo a las nueve de la mañana la calle Indalecio Prieto, la principal arteria de la barrida de Son Gotleu, nada indica que se trata de uno de los cuatro barrios de la ciudad, junto con la Soledat Nord, Can Capes y casi la mitad de Son Canals en los que tan solo hace unas horas se les ha aplicado el primer toque de queda a partir de las diez de la noche de los próximos 14 días para contener la propagación desbocada en estas zonas de la covid-19.

A esta temprana hora ya había bares abiertos con parroquianos sentados mayoritariamente en sus terrazas y algunos en el interior de los establecimientos leyendo la prensa, la mayoría de ellos con mascarilla. Comercios abiertos atendiendo a sus clientes con las reglas de la nueva normalidad, como la frutería de la esquina y personas paseando por la calle con la mascarilla puesta. En la zona del parque Orson Welles, a esta hora de la mañana muchos propietarios de perros paseaban sus mascotas como cada mañana, aunque tanto la zona verde como el parque infantil que hay en su interior se encuentran cerrados y precintados desde hace unos días.

Es el caso de Inmaculada, quien manifiesta que lleva el confinamiento "mas o menos bien", aunque es muy crítica con la falta de presencia policial, lo que permite que en las denominadas Viviendas Blancas, "cada noche es como una feria".

Toni es un cliente del bar que todo el mundo denomina El Chino que se ha tomado el café como cada mañana repasando la prensa del día. Manifiesta que lleva "bien" el confinamiento y que, para él, esta mañana es como la de cualquier sábado en la barriada. Sale de Son Gotleu para ir al gimnasio, algo que podrá seguir haciendo puesto que su establecimiento, por el momento no se ha visto afectado por la orden de cierre decretada por el Govern a los situados en las barriadas confinadas.

Es lo que ha ocurrido a un gimnasio situado en la plaza Miquel Dolç, al mediodía ha tenido que cerrar las puertas a requerimiento de la Policía Local, puesto que, por tan solo unos metros se encuentra dentro de la zona del confinamiento, mientras que el bar La Cibeles, situado en la misma plaza aunque haciendo esquina con Reis Catòlics está excluido.

Así ha sido el primer toque de queda en Son Gotleu

Así ha sido el primer toque de queda en Son Gotleu

La confusión debido a los constantes cambios de las normas y las reglas a golpe de BOIB y la falta de información también se hace patente entre la población y los propietarios de establecimientos. Prueba de ello es la del gimnasio antes reseñado, cuyo dueño llamó el jueves al Govern para saber si debía cerrar su establecimiento y le dijeron que no y ayer la Policía Local, con la resolución oficial en la mano, lo clausuró. La actuación inicial en este establecimiento de la patrulla policial, fue corroborada por el oficial Ferrà, al mando del operativo del turno de mañana de la Policía Local, quien ha afirmado que disponen de siete coches patrulla en la zona del perímetro del confinamiento, aunque la denuncia de los vecinos consultados por la escasa dotación policial es una constante a lo largo de la mañana. Para quienes esperaban que se colocarían controles físicos en los accesos a las barriadas confinadas, Ferrà se justifica: "No estamos en el Berlín años 40".

Primer día de confinamiento en Son Gotleu. M. Mielniezuk

Pese a que la cervecería de Reyes Católicos que regenta Feliciano García está situada en la parte de la barriada de Son Canals no confinada, asegura que, si bien habitualmente cierra la terraza a las once de la noche, el viernes no solo no notó más afluencia de público por estar situado su local en una zona libre, sino que tuvo que cerrar a las nueve por falta de clientes.

Un grupo de taxistas habituales de la parada de la plaza Miquel Dolç corroboran también la "normalidad" con la que se vive el primer día de confinamiento en Son Gotleu: "Como siempre se ve poca polcía y los sábados habitualmente hacemos menos servicios porque no llevamos gente al médico ni colegios", afirma Martí Company, mientras que un compañero de parada se pregunta, "por qué el coronavirus ataca de noche y no de día, o por qué los gimnasios tienen que cerrar y los bares no".