La limpieza con lejía de calles y espacios públicos, como se hizo durante el confinamiento, y la clausura nocturna de las playas para evitar concentraciones de gente se retomaron ayer con el fin de incrementar las medidas de prevención contra la segunda ola del coronavirus. Dos brigadas de Emaya y equipos de presión comenzaron a desinfectar de madrugada los barrios. Los primeros fueron Son Gotleu, con la tasa más alta de contagios, y Pere Garau, a los que seguirán el centro y las restantes zonas de la capital. La empresa municipal Emaya aumentará las actuaciones a partir de la próxima semana con la incorporación de dos vehículos más y no descarta "ampliar el dispositivo en función de la situación sanitaria", tal como indicaron. Esta limpieza especial se realiza a partir de las 23 horas "para evitar la exposición de la ciudadanía a un producto que puede resultar tóxico".

Por su parte, la Policía Local destina desde ayer un operativo integrado por 15 agentes y cuatro superiores a vigilar que se cumpla el cierre nocturno de las playas vigilarque se cumpla el cierre nocturno de las playas decretado por el Govern. Desde las 23 hasta las 7 horas, los cinco arenales de Ciutat -como los del resto de la isla- tienen que estar vacíos. El objetivo es que no se produzcan concentraciones de personas que practican botellón e incumplen las normas básicas de prevención contra la covid-19. El despliegue policial de ayer se inició a las 20 horas e hicieron un recorrido por las playas de Cala Major, Can Pere Antoni, Ciutat Jardí, Can Pastilla y s'Arenal. El operativo "se irá adaptando a las necesidades que día a día vayan detectando los agentes", tal como informaron desde Cort.

Las playas estarán cerradas de 21 a 7 horas para evitar concentraciones nocturnas. G. Bosch