Los 282 trabajadores de la ORA, Bicipalma y los aparcamientos públicos de gestión directa, todos ellos pertenecientes a la Societat Municipal d'Aparcaments i Projectes (SMAP), han convocado una huelga el mismo día que los conductores de la EMT, es decir, el lunes 14 de septiembre. Por lo tanto, si ningún colectivo llega a un acuerdo con sus respectivos organismos del Ayuntamiento, el inicio del curso escolar se antoja más problemático aún en Palma por la disminución de autobuses y bicicletas y del control de la zona ORA y los parkings subterráneos solo cuatro días después de que comiencen las clases.

Los empleados de la SMAP, que apoyaron la convocatoria con un 90% de los votos, exigen que se unifiquen los convenios laborales de las plantillas, entre otras cosas, ya que "hay cinco diferentes con sueldos distintos, a pesar de que realizan las mismas tareas, por lo que es una clara desigualdad", tal como criticó ayer el presidente del comité de empresa de la ORA y delegado sindical de UGT, Mario Quintero. En concreto, piden la aplicación del acuerdo de 2011 de la SMAP a la plantilla subrogada de los aparcamientos del Comtat del Rosselló y la plaza Major, así como a los trabajadores de la UTE Trablisa-Atese. Lo mismo exigen para los empleados de Bicipalma, que actualmente se rigen por los derechos básicos del Estatuto de los Trabajadores.

En cuanto a los trabajadores de la ORA, que suman 178 en total y fueron subrogados el año pasado, el comité reclama "la conversión de contratos de jornada parcial a completa", ya que reprochan que "en algunos casos les separa solo una hora semanal"; así como "la negociación de las conciliaciones y reducciones de jornada; devolución de los días libres compensados; negociación de la aplicación del Código Blanco revisando valores de temperatura y sensación térmica en verano y en el caso de lluvia; y la ratificación por la empresa del Régimen Interno". Además, exigen que no les hagan "devolver el permiso retribuido recuperable en Bicipalma y la ORA, dado que ambos servicios se encontraban suspendidos por decreto" en el estado de alarma.

Acusaciones cruzadas

La primera reunión del comité de empresa de la EMT y la dirección en el Tamib (Tribunal de Arbitraje y Mediación de las Illes Balears) finalizó ayer sin acuerdo y con acusaciones cruzadas. Mientras los representantes laborales denunciaron que "ha sido más de lo mismo, no, no y no" a todas sus reivindicaciones, el gerente de la EMT, Mateu Marcús, aseguró que los sindicatos no tienen la intención de negociar y lamentó que la ciudadanía "no entenderá una huelga de un servicio esencial en las actuales circunstancias".