El patio del colegio público del Molinar continúa con una zona delimitada por vallas abarrotada de trastos, muebles viejos y todo tipo de residuos procedentes del centro escolar, como denunció este diario hace más de un mes. La empresa municipal Emaya les colocó un contenedor de obra de 32 metros cúbicos para depositar allí los desperdicios y afirma que se lo llevará cuando esté lleno. Sin embargo, desde Emaya añaden que no tienen competencias para quitar ellos la basura del interior del recinto, como establecieron este año en un protocolo firmado entre la empresa municipal y la conselleria de Educación. Antes Emaya ni siquiera ofrecía ningún depósito de almacenaje.
Según acordaron, la primera se encarga de facilitar los containers necesarios a todos los centros educativos de Palma que lo pidan y de trasladar su contenido hasta Son Reus, aunque no de llenarlos, porque "los colegios no son su ámbito de actuación", indican fuentes de Emaya. Destacan que "se ha hecho de este modo en 19 centros públicos sin problemas, pero en el Molinar se han negado a meter los trastos ellos mismos". Concluyen que el presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, "le ha explicado el protocolo dos veces al director", aunque sin resultado alguno por el momento.
Pizarras y un armario
Queda menos de un mes para que los docentes regresen al centro y con toda probabilidad volverán a encontrarse con la montaña de trastos en el patio, entre los que pueden verse tres pizarras, varias sillas y pupitres, un armario y, en definitiva, los restos inservibles que han ido acumulando desde el pasado septiembre, por lo que cumplirán un año en el patio.
