Son Castelló estará en obras durante los próximos cuatro años para separar la red de aguas pluviales y fecales, además de renovar la de agua potable. El presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, destacó ayer este proyecto, de más de 14 millones de euros de presupuesto y con el que se renovarán 18 kilómetros de canalizaciones, pero también señaló que implicará "levantar todo el polígono", tarea que se abordará por fases debido a la magnitud de la intervención. Una vez finalizados todos los trabajos, se evitará que cuando llueva se mezclen las aguas pluviales y residuales, reduciendo la saturación de la depuradora del Coll d'en Rabassa.

Serán cuatro años de obras, pero ayer Perpinyà quiso destacar que con este proyecto se reducirán los vertidos en el mar y que se crearán más de 300 puestos de trabajo.

La actual red de saneamiento de Son Castelló data de los años 60, cuando se construyó el polígono, y mezcla aguas pluviales y residuales. Con estas obras, la canalización existente se destinará a recoger el agua de lluvia, mientras que las fecales se canalizarán por nuevas conducciones. Paralelamente, se aprovechará para renovar la red de agua potable, explicó ayer Perpinyà. Este proyecto está consensuado con la asociación de empresarios Asima y Emaya garantizó ayer que la afectación al tráfico será la "mínima posible".

Inicio tras el verano

En octubre comenzará la primera fase para separar las canalizaciones de pluviales y fecales y construir una nueva conducción para agua potable entre Gran Vía Asima y la avenida 16 de juliol. Esta obra, en licitación y pendiente de adjudicar, es la más extensa de las etapas previstas en Son Castelló y durará unos dos años. Su presupuesto es de 6,4 millones de euros y con ella se renovarán más de 8.000 metros de tuberías. El presidente de Emaya también destacó que esta actuación implicará la generación de 57 puestos de trabajo directos y el doble si se estiman los indirectos.

Ya en 2021 se licitará y adjudicará una segunda fase que comprenderá el área entre Gran Via Asima y Gremi Tintorers, hacia sa Indioteria, obra que durará un año y que tiene un presupuesto de otros 4,6 millones de euros para renovar más de cinco kilómetros de tuberías.

La tercera fase afectará al área comprendida entre 16 de Juliol y el Camí Vell de Bunyola durante unos seis meses.

La fase cuatro se ejecutará en la parte norte del polígono, zona de Gremi de Selleters i Basters. Esta obra tendrá un presupuesto de un millón de euros y se prolongará durante otro medio año.

Por último, la quinta fase es la construcción de un depósito de laminación donde se almacenarán las aguas mixtas procedentes de Esporles y Bunyola, evitando también que lleguen hasta la depuradora y la saturen. Este equipamiento se hará en la zona del aparcamiento de Son Fuster, aunque su ubicación no se ha concretado. Tiene un coste de 2,4 millones, al margen de los 14 ya mencionados, y estará financiada con el canon de saneamiento.

Con este proyecto se mejorará el servicio de agua potable y de alcantarillado de todas las empresas de Son Castelló y se avanzará hacia el objetivo de vertidos cero, destacó el presidente de Emaya. En referencia a lo anterior, Perpinyà mencionó que se evitará el vertido de 24.000 metros cúbicos de aguas residuales al mar por cada 20 minutos de lluvia.

La obra en Son Castelló es una de las más de cuarenta incluidas en el Plan de Saneamiento de Emaya para todo el municipio.