Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) apoyaron este martes mayoritariamente en asamblea la propuesta del comité de empresa de convocar tres días de paros parciales el 7, 9 y 11 de septiembre de dos horas de duración en horario de mañana y tarde y una huelga indefinida a partir del día 14 en protesta por la "nefasta gestión" de la empresa durante los meses de estado de alarma.

El malestar de la plantilla también se centra en la persona de alcalde, José Hila, puesto que, afirman, además de no "haber movido un dedo para rescatar la explotación del tren y bus turístico, ahora permite que una empresa privada explote el pasillo de Cala Major-Sant Agustí (L199 de la TIB), dentro del término municipal de Palma que, en teoría, debería explotar la EMT reduciendo descaradamente las líneas 4, 46 y 47".

En el transcurso de la asamblea celebrada a lo largo del martes en sesiones de mañana y tarde con el fin de facilitar la participación de todos los trabajadores en la toma de decisiones, parte de la plantilla planteó la necesidad de convocar directamente la huelga indefinida sin los tres días previos de paros parciales.

No obstante, los miembros del comité de empresa eran partidarios de iniciar las movilizaciones escalonadamente con el fin de dar margen a previsible negociación con la empresa. Razonamiento que, en la asamblea de la tarde, se ha impuesto, manteniendo de esta forma los actos de protesta previstos inicialmente.

Los empleados temen que si ahora se permite la privatización de esta línea que une la estación intermodal de Palma con Sant Agustín y Cala Major "en un futuro no muy lejano ocurra lo mismo con los corredores que comunican la ciudad con el Aeropuerto o s'Arenal, líneas muy golosas para las empresas privadas".

A lo anterior se añade la supresión de líneas existentes antes de la declaración del estado de alarma (1, 2,9,11,22,31,32 y 34) y la implantación del servicio a la demanda, privando a los residentes de estas zonas del servicio de transporte público regular".

Los empleados también reivindican que les devuelvan las vacaciones y los permisos retribuidos de 2018 y 2019 que han tenido que coger forzosamente o han sido caducadas por la empresa, que se instalen baños en todos los finales de línea y que se ponga punto final a la jornada irregular aplicada por la empresa, entre otras.