Graciela, Elena, Enqui y Lola son cuatro vecinas de Palma. Cada una de ellas habita barriadas y situaciones diferentes, pero todas reivindican el derecho a una ciudad que ponga la vida en el centro.

Estas mujeres son las protagonistas de Destrucció creativa d'una ciutat el nuevo documental del director mallorquín ganador de un Goya Carles Bover, que se estrenará el 27 de julio en el Atlàntida Film Fest. En él Bover explica una historia de feminismo y lucha de clases y el intento por resistir a un modelo de ciudad que sólo atrae la llegada masiva de turistas y desplaza a los vecinos de su propio entorno. El filme parte de una idea surgida en 2017, cuando Bover todavía trabajaba en el montaje de Gaza. "Inicialmente quería contar la realidad de Son Gotleu, un barrio en el que he vivido siempre", explica Bover quien recuerda que en ese momento crecían los mensajes de odio y los prejuicios hacia esa barriada. Sin embargo, al empezar a investigar sobre la gentrificación y la turistificación se produjo un cambio en el planteamiento. "Me di cuenta de que el foco se ponía siempre en zonas donde el espacio urbano ya se había convertido en un bien de consumo".

Carles Bover presenta 'Destrucció creativa d'una ciutat'

Carles Bover presenta 'Destrucció creativa d'una ciutat'

A través de las historias de Graciela, Elena, Enqui y Lola, Bover descubre al espectador que son varias las fases de gentrificación, pero que todas acaban expulsando a los vecinos de sus barriadas. Así, Son Gotleu se halla ahora en el estadio de estigmatización, Pere Garau en proceso de regeneración, sa Gerreria en la mercantilización y el Terreno en periodo de abandono. "Estas fases en realidad son ciclos. El Terreno vivió su época dorada y ahora sufre el abandono financiero y de la administración, pero puede que dentro de una década vuelva a ser objeto de negocio". Bover explica que Destrucció creativa d'una ciutat habla de sensaciones y de realidades personales: "Las cuatro protagonistas tienen un vínculo real con la barriada. Sus historias no son extraordinarias, pero es muy fácil empatizar con ellas. Desgraciadamente, su realidad es bastante común".