La afluencia de paseantes por la calle Sant Miquel fue un 21% menor el día que se levantó el estado de alarma, el 21 de junio, respecto a la misma jornada del año anterior, tal como refleja un análisis digital realizado por la consultora CBRE mediante la herramienta Calibrate. En el caso de la avenida Jaume III, el porcentaje de disminución de viandantes fue mucho mayor, del 40%, lo que pone de relieve que los residentes optaron por la vía peatonal en el inicio de la nueva normalidad, cuando aún no había turistas.

Empezaron a frecuentar con mayor intensidad tanto Sant Miquel como Jaume III a partir de la fase 2, es decir, entre el 25 de mayo y el 7 de junio, cuando se permitió la apertura de las grandes superficies, que atrajo a los viandantes a ambas calles comerciales, según los datos de CBRE. La avenida recibió hasta un 31% más de peatones que en las dos semanas anteriores mientras que en Sant Miquel el porcentaje aumentó al 25%. La comparación se realiza con la fase 1, cuando había "menos flexibilidad de movilidad para los ciudadanos y de actividad para los retailers", como recordó la compañía internacional de consultoría y servicios inmobiliarios.

El nuevo sistema Calibrate le "permite conocer los hábitos de compra en un área concreta". Su puesta en práctica en dos de las vías más comerciales de la capital balear durante las fases de la desescalada también pone de relieve que durante la tercera etapa (del 8 al 21 de junio) la afluencia semanal aumentó "más moderadamente, un 12% en Jaume III y en torno al 13% en la calle Sant Miquel". Estas cifras son similares a las de la entrada en la nueva normalidad, que a finales de junio inició el periodo de rebajas, tal como añadieron desde CBRE.

La directora regional, Tonia Vera, recordó que "las calles más comerciales de Palma se nutren no solo de la población local, sino también de los residentes extranjeros y turistas que visitan la ciudad durante buena parte del año", por lo que en cuanto se reactivaron los vuelos continuó el crecimiento.