El partido animalista Progreso en Verde presentará en los próximos días en el registro del ayuntamiento de Palma más de 120.000 firmas recogidas a través de la red Change.org en las que se exige al gobierno municipal que ponga fin a la explotación de los caballos de las calesas.

Este partido recuerda que el consistorio de Palma ha incumplido varios acuerdos aprobados en el pleno y le pide de forma urgente que tome medidas contra la explotación de los caballos.

Entre los acuerdos incumplidos se incluye, tal como recuerda Guillermo Amengual, presidente de esta formación animalista, el cambio de la ordenanza que regula el servicio de galeras aprobada en 2014, la supresión de la parada de la calle Conqueridor por estar en pendiente y ser perjudicial para los caballos, así como la de la situada junto a la Catedral debido a que no dispone de parasoles, además de incrementar las revisiones periodicas de los animales con el fin de comprobar su estado de salud.

Según Amengual, tras muchos años de lucha para terminar con la explotación de los caballos, "a día de hoy todo sigue igual". Y se pregunta sobre los motivos de esta situación y qué puede "haber detrás de su mantenimiento".

Lamenta que "cada año tenemos que ver cómo los caballos están al borde de desfallecer sobre el asfalto sin que se tomen medidas. Y las pocas existentes los conductores se las saltan sin consecuencias para ellos".

Afirma, asimismo, que los propietarios de las calesas "reciben un trato muy diferente al de cualquier ciudadano con las sanciones que se les impone".

Por último, Amengual asegura que su formación, que empezó denunciando esta situación siendo presidente de Anima Naturalis, "no se callará ante las presiones por parte de los conductores de las galeras" y denunciará todos los incumplimientos de los que tenga conocimiento tanto de las leyes como de las ordenanzas municipales.

Esta recogida de firmas a través de Changue.org se inició hace años por el activista Luis Bovino, a raíz de que el 8 de abril de 2014 en la avenida Adolfo Suárez de Palma, frente a la Seu, un caballo que tiraba de una calesa o galera, como se las conoce en Palma, se desvaneció sobre el asfalto tras sufrir un golpe de calor debido a las elevadas temperaturas. Por parte de las autoridades competentes se prometió que se tomarían medidas.

No obstante, en 2016 y en años sucesivos, con temperaturas que oscilaban entre los 35 y 43 grados centígrados, los animales siguieron sufriendo las consecuencias de su explotación, tal como se indica en el encabezamiento de la recogida de firmas. En junio 2016 murió un caballo en un accidente de tráfico, otro el 10 de septiembre de este mismo año al ser golpeada la calesa por un coche.