El talante dialogante del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, se ha puesto de manifiesto una vez más con la reunión que mantuvo el lunes por la tarde con la concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI del ayuntamiento de Palma, Sonia Vivas, con el fin de acercar posturas en el contexto de la situación creada en torno a los actos vandálicos contra la figura del franciscano Juníper Serra. El encuentro se produjo después de que el obispado, el pasado día 22 de junio, emitiera un comunicado de repulsa por la pintada aparecida en la estatua de Juníper Serra situada en la plaza de Sant Francesc de Palma, mientras que en redes sociales la concejala de Podemos, el día 21 de junio, había abogado por la retirada de la escultura del franciscano, eso sí “pacíficamente”, no de forma violenta, como se ha producido en distintas ciudades de San Francisco. En un comunicado emitido ayer por el obispado, se indica que tras “dos largos y fructíferos encuentros” se ha “profundizado positivamente en el papel de ambas instituciones en la creación de un espacio común de diálogo y entendimiento constructivo, desde opciones aparentemente diversas pero que confluyen en un mismo objetivo: el servicio a la ciudadanía, especialmente en estos tiempos difíciles que estamos viviendo”.
“Rebajar, hasta eliminar, la crispación y violencia”
? La nota del obispado anima a los ciudadanos a “rebajar -y llegar a eliminar- el nivel de crispación y violencia”. El obispo aboga por “construir personas” en lugar de dedicarnos “a destruir imágenes”, mientras que Vivas afirma que “debemos construir a partir de un punto de encuentro y siempre con diálogo”. La postura de Vivas provocó la reacción en contra de los partidos de la oposición y una solicitud de reprobación, rechazada por el pleno. El alcalde, José Hila, por su parte, rechazó destituirla y enmarcó las manifestaciones de la concejala en un posicionamiento personal, al tiempo que afirmaba que su postura no era la del equipo de gobierno.
