La Policía Nacional y la Policía Local de Palma tuvieron que disolver en la madrugada del miércoles un macrobotellón que se celebraba a las puertas de una conocida sala de conciertos del Polígono de Son Rossinyol y en el que participaban entre 500 y 1.000 jóvenes, sin utilizar mascarillas ni respetar las distancias de seguridad establecidas para evitar la propagación del coronavirus. Los primeros agentes acudieron al lugar para intervenir en varias peleas multitudinarias, y se encontraron con una enorme concentración de jóvenes, que celebraban la Nit de Sant Joan en la calle. La Policía Nacional tuvo que pedir refuerzos a la Policía Local de Palma para disolver la multitud que abarrotaba la calle.

Los hechos ocurrieron entre la una y las dos de la madrugada del pasado miércoles, a las puertas de la sala de conciertos sa Possessió, en la calle Gremi Velluters, en el polígono de Son Rossinyol. La sala celebraba una fiesta de Sant Joan y tenía el aforo completo, con varios cientos de espectadores, pero en el exterior había muchos más, entre 500 y 1.000 personas, que realizaban un macrobotellón en la calle, según confirmaron testigos presenciales.

Las primeras dotaciones policiales acudieron al lugar para intervenir en varias peleas y altercados que se habían producido en la calle. Cuando los agentes llegaron alli se encontraron con el lugar abarrotado de gente, la mayoría chicos muy jóvenes, que estaban bebiendo en la calle.

Los policías comprobaron que los chicos no llevaban mascarillas ni respetaban las distancias de seguridad establecidas para evitar la propagación del coronavirus, por lo que decidieron disolver la concentración.

Sin embargo se encontraron con que la multitud era tan grande que optaron por pedir refuerzos para hacerla de forma segura. En el desalojo colaboraron varias unidades de la Policía Local y se llevó a cabo de forma pacífica y sin incidentes.

La dirección de la sala, donde se estaba celebrando un concierto de varios grupos y pinchadiscos, con la presencia de varios cientos de espectadores, decidió finalizar la fiesta y desalojó el local de forma voluntaria.