A las 19:30 horas Can Pere Antoni lucía sin una sola toalla sobre la arena. Ciclistas, viandantes y algún bañista despistado observaban con sorpresa la estampa. "¿Qué ha pasado en la playa?", se preguntaban cariacontecidos. "El decreto de la alcaldía para evitar aglomeraciones en la Nit de Sant Joan", contestaban los agentes encargados del desalojo del arenal. "Pues muy bien hecho, porque visto lo visto en Menorca...visto lo visto en Menorca...", se autoconvencían los paseantes.

La noche más corta del año fue también la más fría. La pandemia, que tantas celebraciones ha truncado a lo largo de los tres últimos meses, evitó también los ritos de fuego y agua de la Nit de Sant Joan a la orilla del mar. La Policía Local de Palma, con la colaboración de la Nacional, cerró ayer por la tarde todas las playas de Ciutat para impedir la celebración de la fiesta y evitar posibles aglomeraciones. Alcúdia, Campos, Calvià, Felanitx o CamposCalviàFelanitxMuro tampoco pudieron festejar la tradicional costumbre en una 'nueva normalidad' para la que todavía quedan muchos pasos que dar.

Las escenas habituales de grupos de amigos y familiares reunidos en torno al fuego y saltando las olas a media noche dieron paso este año a un operativo policial que, a las 19 horas, cerró todos los arenales y bloqueó el acceso de la gente a las inmediaciones de las playas hasta las 10 de la mañana de hoy. Se evitaron las neveras y las barbacoas, el exceso de alcohol y la basura y sobre todo un contacto social muy contraproducente en estos tiempos que corren, pero con ello también se diluyeron todos aquellos deseos que llevaban un año esperando para ser quemados en la ya tradicional hoguera.

La que hasta ahora había sido siempre la noche más mágica del año fue ayer la que otorgó un zarpazo de realidad. Tras las imágenes vistas en Menorca, donde decenas de personas se amontonaban sin mascarillas ni distancia de seguridad, se demostró una vez más que todavía se necesitan este tipo de restricciones para evitar el desorden.

Can Pere Antoni, uno de los focos más concurridos, donde nunca cabe un alfiler, ayer presentaba una triste imagen en la que siempre es su noche más mágica. "Me parece muy bien que desalojen la playa, pero nos ha cogido en mitad del baño, en la mejor hora del día", reconocía Cristina Morán, quien habia acudido a pasar la tarde al arenal de Palma junto a su sobrina y su hijo. "Pues otros años sí lo celebrábamos, pero este creo que nos limitaremos a quedar con los amigos y tomar algo en algún bar", explicaban por su parte Camila Pesce y Romina Vay.

Y es que el cierre de las playas no evitó la celebración de la fiesta. La Nit de Sant Joan se vivió ayer de una forma diferente. Grupos de amigos y familiares -de un máximo de 25 personas-, sí pudieron reunirse en un entorno más íntimo, evitando los encuentros multitudinarios y buscando un cariz alternativo a la celebración.

Hubo incluso quien optó por trasladar los rituales y todo lo que rodea a la Nit de San Juan a las nuevas tecnologías. Por ejemplo la Fundació Miró, que otros años abría las puertas de su museo gratuitamente y organizaba actividades educativas para niños y adultos, este año apostaba por una celebración diferente con un concurso de fotografía y vídeo que combinaba las obras y citas del pintor. Dos propuestas distintas a lo habitual y que fueron recibidas con una gran acogida.

Los hubo incluso, quienes montaron la fiesta en casa. Los más futboleros, por ejemplo, para rememorar la gesta que fraguó hace justo un año su Mallorca con el sorprendente ascenso a Primera División ante el Deportivo de la Coruña.

Cierre en la Part Forana

Además de Palma, doce municipios de Mallorca cerraron también sus accesos a las playas para evitar posibles aglomeraciones. Los Ajuntaments de Alcúdia, Campos, Calvià, Felanitx, Muro, Ses Salines, Capdepera, Llucmajor, Santanyí, Escorca, Pollença y Sant Llorenç también hicieron un llamamiento a la prudencia y prohibieron las hogueras en sus arenales desde las 20 horas de ayer hasta las 8 de la mañana.

Las alternativas a la Nit de Sant Joan en la Part Forana fueron variopintas. Este año, el Castell de Alaró fue el escenario de la XXII Festa de la Flama. La recogida se llevó a cabo en el patio del consistorio del municipio mallorquín. La velada se amenizó con un espectáculo de danza y música y el uso de mascarilla era obligatoria.

Esta antigua celebración que se ha ido transmitiendo de generación en generación a lo largo de los años y que con ella se celebraba la noche más corta del año y el solticio de verano ha dado lugar a las actuales fiestas de la Nit de Sant Joan.