La Federacón de la Pequeña y Mediana Empresa (PIMEM) de Mallorca ha denunciado "la grave y lamentable situación" que vivió ayer una empleada suya en el mercado municipal de Pere Garau, que fue "invitada a marcharse" del recinto por parte del presidente de la unión de usuarios Pep Bonnín.

Según la PIMEM, su empleada realizaba una labor informativa entre los titulares de los puestos de venta del mercado sobre la reciente constitución de la Associació d'Empressaris dels Mercats de Palma, quienes habían criticado la labor de los presidentes de los consejos de administración

Bonnín comunicó a la empleada que, para realizar esta tarea, era preciso "solicitar permiso a la dirección" y que sin él "no podía desempeñar la labor de información", algo puesto en duda desde la patronal del pequeño comercio. Pese a que la empleada se disculpó y solicitó el permiso pertinente, le fue denegado por el presidente, a lo que añadió que "nunca se lo iba a conceder por muchas solicitudes que presente".