El dueño de un coche salió de su casa enfurecido al avisarle de que le habían robado las placas de matrícula. Al encontrarse con el presunto ladrón, no se lo pensó dos veces y le golpeó con una barra de hierro y le rompió el brazo. La Policía detuvo a ambos. Al propietario por lesiones y al caco por robo de otro turismo y falsedad documental, ya que trataba de colocarle la identificación sustraída.

Los hechos tuvieron lugar la noche del pasado lunes en el barrio palmesano de Son Ferriol. El propietario de un vehículo salió a la calle tras ser alertado de que le habían sustraído las placas de la matrícula del coche.

Tras verificar que, efectivamente, le habían desaparecido las placas de la matrícula de su coche estacionado en la vía pública, se disponía a denunciar la sustracción a la Policía. Sin embargo, cambió bruscamente de planes. Un transeúnte indicó al afectado que se había percatado de la presencia de un individuo sospechoso merodeando por la zona.

El testigo le indicó que este sujeto que pululaba por las calles podría tratarse del ladrón que le había sustraído las placas de la matrícula de su coche. Sin pensárselo dos veces, el propietario del turismo cogió una barra de hierro y se dirigió armado con ella hacia el lugar donde se encontraba el sospechoso del robo.

Al toparse cara a cara con el presunto ladrón de las placas de matrícula de su coche, el propietario del vehículo se abalanzó sobre él y le propinó un fuerte golpe con la barra de hierro. El caco interpuso un brazo para protegerse del impacto y sufrió la fractura del cúbito.

Las placas de matrícula del coche no se encontraban muy lejos del lugar. El ladrón las había colocado en otro vehículo que acababa de sustraer. De hecho, todavía tenía las llaves puestas.

Operado de urgencia

A raíz de este violento incidente, la Policía Nacional inició una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido. El ladrón de las placas de matrícula tuvo que ser trasladado a un centro sanitario para ser intervenido quirúrgicamente de la fractura del cúbito.

Los investigadores no tardaron en dar con el paradero del propietario del coche, al que le intervinieron la barra metálica que, presuntamente, había utilizado para golpear al ladrón.

Asimismo, los agentes encontraron las placas de matrícula sustraídas que habían sido colocadas en otro turismo. Tras varias indagaciones, los policías comprobaron que este coche había sido robado. Así, el ladrón que había sufrido la rotura de un brazo a manos del propietario fue también detenido por el robo del vehículo y por un delito de falsedad documental.