El centro sanitario de protección animal de Son Reus abrió este lunes de nuevo sus puertas a los voluntarios que colaboran en el paseo de los perros confinados en sus instalaciones. También se retomó la atención presencial al público para adopciones y otros trámites. No obstante, tanto el voluntariado como los ciudadanos solo podrán acceder a las instalaciones con cita previa y con las medidas de prevención adecuadas (guantes, mascarilla y con limitación de aforo).

Con el fin de recuperar el servicio de voluntarios que pasean los perros con las mayores garantías sanitarias posibles, desde el área de Medio Ambiete y Bienestar animal se ha elaborado un plan de desescalada, que se podrá modificar según las limitaciones y obligaciones que se especifiquen en el estado de alarma y según los resultados obtenidos durante su aplicación.

Por ello, mientras dure la situación sanitaria actual se aplicarán una serie de medidas que se irán desactivando a medida que se avance hacia la normalidad: las visitas de voluntarios se realizarán mediante cita previa, las personas que pertenezcan a un grupo de riesgo no podrán acceder a las instalaciones como voluntarios, y todos deberán llevar mascarilla y guantes.

Asimismo, con el fin de reducir los riesgos de contagio, el número de voluntarios que podrán estar simultáneamente en la perrera, que es de un máximo de 20 personas, se ajustará en función de cada fase: un 30% en la fase 1, el 40% cuando entremos en la fase 2 y el 50% cuando estemos en la 3.

Dede el centro se aseguró que han contactado con los voluntarios habituales con el fin de facilitar su reincorporación, lo que provocó que el mismo lunes ya se cubrieran las siete plazas disponiblees.

También se ha recuperado la atención ciudadana presencial así como las intervenciones de esterilización de gatos. La franja horaria comprendida entre las 9 y las 10 de la mañana de lunes a sábado se ha reservado par las personas mayores de 65 años.

Asimismo la concejalía insistió que el centro ha estado operativo todos los días desde la declaración del estado de alarma por el coronavirus. El personal del centro asumió el paseo diario de los perros, y el de atención veterinaria y de curas con el fin de garantizar el bienestar de los animales. Igualmente se continuó con la habitual recogida de animales perdidos o abandonados y los trámites de adopción iniciados con antereioridad a la declaración de alarma.

La detección de un falso positivo en un empleado municipal que trabaja en Son Reus obligó a realizar los tets de coronavirus a otros trabajadores del centro con los que había estado en contacto, también con resultados negativos. Esta situación, que mermó la presencia de personal, solo duró 24 horas, lo que propició que incluso en estas circunstancias se mantuvieran todos los servicios.