Esta foto es el resultado de: estar confinado en casa; tener ganas de coger la cámara; ver decenas de fotos de la superluna de las flores en las redes sociales; tener cada vez más envidia; salir al balcón con todo el equipo, y finalmente darte cuenta de que la luna está eclipsada por el enorme edificio que tienes delante.

Eso sí, brillaba tanto que se veía su halo casi transparentando el último piso.