Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pensar, compartir...

Dar amplitud para caminar

Estrené el domingo, pasadas las 7 de la mañana, mi paseo de una hora después de tantas semanas sin estirar las piernas...

Imagen del carril bici de la calle Jacint Verdaguer.

Estrené el domingo, pasadas las 7 de la mañana, mi paseo de una hora después de tantas semanas sin estirar las piernas. Con la ayuda de Google maps y un cartoncito para medir de una manera poco científica pero práctica las distancias sobre la pantalla, había calculado días antes que mis límites estaban en el círculo que trazaríamos uniendo el Pont des Tren de Palma, la Plaça Miquel Dolç, la rotonda de Son Fuster y el Coliseo Balear.

Así que sin salirme de ese kilómetro de radio, decidí enfilar la calle Jacint Verdaguer por la acera de Els Hostalets. A hora tan temprana solo me crucé con gorriones, mirlos, un gato, dos bicicletas y tres personas con perros. El final de mi recorrido también fue por esa misma calle, pero a las 8, la cosa era distinta. Imposible mantener ninguna distancia de seguridad en una acera ocupada en un 50% por un carril bici. Conforme avanzan las horas y hay más paseantes, deportistas, criaturas y patinetes el embotellamiento es espectacular. Y eso diariamente.

Quien diseñó y construyó en su día la calle Jacint Verdaguer lo hizo pensando en que debían circular 25.000 coches diarios, facilitando su entrada directa desde la autopista de Inca. Por lo tanto la calzada para vehículos es enorme, con tres carriles de circulación o cuatro, según el tramo y dos de aparcamiento. Una larga lucha ciudadana no consiguió evitar el asfalto pero sí la riada de coches. Reclamábamos un parque, "El Parc de les Vies", en el gran espacio que queda entre la citada autopista y la barriada de Son Forteza, envuelta esta por una trama viaria infernal. Los mismos partidos que gobiernan ahora se comprometieron hace muchos años a hacer realidad el parque. Por supuesto, no lo han cumplido. Están muy contentos hablando de ciudad habitable, de lucha contra el cambio climático y de plantar miles de árboles pero olvidan unos barrios contaminados, abandonados e incomunicados entre ellos, hecho que se solventaría con una arboleda estupenda a poco que cumplieran sus promesas y se creyeran sus palabras.

En realidad el Parc de les Vies debía comenzar justo a continuación del Parc de ses Estacions, al principio de Jacint Verdaguer, permitiendo, eso sí, el paso transversal de vehículos. Pero levantar asfalto recién puesto no era recomendable en su día. Durante la legislatura de Aina Calvo, que sí cumplió en lo que pudo, nos conformamos con que se pusiera un tapón y se evitara la marea de vehículos a motor. Después de eso, hace mucho que el Parc de les Vies no está en la agenda política porque no les da la gana. Lo sabemos y se lo reprocharemos las veces que sea necesario. Pese a que conseguimos que constara en los últimos acuerdos del pacto de gobierno municipal, parece que lo hicieron de una manera tan etérea que es como si no estuviera. Ahora nos dicen desde urbanismo que lo dejan para el Plan General, que es tanto como decir que todos los que lucharon por el parque estarán muertos, o por Covid o por aburrimiento, antes de verlo.

Continuaremos insistiendo y sacando los colores sobre este tema pero, mientras, ¿sería posible hacer un pequeño gesto a favor de la ciudadanía que necesita pasear con seguridad? ¿Sería posible bajar el carril bici de Jacint Verdaguer a la calzada para coches? Simplemente habría que quitar un carril de circulación que no implicaría ninguna incomodidad, ya que el tránsito longitudinal es, afortunadamente, muy escaso. Sería un acierto. No tiene porqué ni siquiera suponer la pérdida de ninguna plaza de aparcamiento. A cambio niñas y niños podrían corretear sin miedo a ser atropellados y la distancia de seguridad sería más factible. Para especificar que el carril bici actual pasa a ser para peatones, bastaría pintar sobre el suelo cada equis metros una señal de prohibido circular bicicletas.

Algunas ciudades se plantean ampliar aceras para quien camina. Aquí por ahora lo que se sopesa es quitar plazas de aparcamiento de coches, temporalmente, para ampliar terrazas de bares. Que lo estudien y valoren si creen que no es arriesgado más cruces de trabajadores con bandejas en la ruta de paso de viandantes. También deberían controlar que no se considera luego un derecho adquirido por parte de los bares. Pero mientras, ¿sería mucho pedir que de manera urgente se materialice, en Jacint Verdaguer, una propuesta efectiva para conquistar espacio libre para andar? Todo el mundo camina transitando toda la ciudad, muchos también consumimos en algún momento algo en una terraza, pero sin duda dedicamos mucho más tiempo a lo primero que a lo segundo. Las políticas deben considerarlo y dar amplitud y seguridad para caminar. Es cuestión de salud.

Compartir el artículo

stats