Un edificio abandonado en la calle Son Pontivic, en el barrio de Foners, será reconvertido en un albergue juvenil con 294 plazas, después de que ayer la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma diera luz verde a este proyecto. La Federación de Asociaciones de Vecinos votó en contra de esta propuesta ya que considera que estas instalaciones tendrán un uso turístico y que el expediente se comenzó a tramitar durante la moratoria de licencias para hoteles en el centro histórico y en la primera corona del Eixample, donde se halla el inmueble a reformar.

El consejo de gerencia de urbanismo, reunido de manera telemática, aprobó ayer dar licencia de obras para rehabilitar el edificio y cambiar su uso de industrial a residencial a la empresa Oliver Mateu Promociones. El proyecto cuenta con los informes técnicos preceptivos favorables, aunque ha sido modificado desde que se presentó ante el Ayuntamiento, pasando de 482 plazas en 68 habitaciones a 294 personas en 43 unidades. Su presupuesto es de casi dos millones de euros.

El albergue se construirá en la misma parcela donde se incluye un edificio de 1955 de la calle paralela General Ricardo Ortega, aunque desde el Ayuntamiento se asegura que la intervención no le afectará. En uno de los informes, emitido por el servicio de tramitación de licencias de obras en marzo, se añade la observación de que el albergue no será turístico y que se regirá por la normativa de instalaciones juveniles.

Además, este proyecto residencial comunitario incluye la construcción de una piscina en su cubierta.En este punto, Joan Forteza, presidente de la Federación de Vecinos, recuerda que el Ayuntamiento ha prohibido la construcción de piscinas en cubiertas en el centro histórico y en es Jonquet, debido a la proliferación de los últimos años.

Pero esta no es la única objeción de Forteza al futuro albergue. Dejando al margen el impacto que tendrá un establecimiento de tal capacidad en un barrio residencial como Foners, y "convencido de que tendrá un uso turístico", el presidente de la Federación vecinal asegura que se han cometido irregularidades en la tramitación del proyecto desde el primer momento y así lo manifestó en la reunión telemática de ayer. Según expuso ayer Forteza, el expediente entró en el Ayuntamiento cuando ya se había decretado la moratoria de establecimientos hoteleros y justo antes de que el pleno municipal aprobara mantener las restricciones a pisos turísticos y hoteles y el Consell de Mallorca sacara adelante su Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT).