El descenso en la generación de agua residual provocado por la disminución del consumo de líquido potable debido al cierre delos establecimientos turísticos, comerciales y la práctica totalidad de las actividad industrial por la situación de alarma provocada por la pandemia del Covid-19 no ha sido suficiente para evitar los vertidos al mar.

Las lluvias registradas a lo largo de esta semana han obligado a verter al torrente Gros aguas mixtas (residuales mezcladas con pluviales) el martes por la tarde durante menos de una hora, y en la madrugada del miércoles al jueves. Estos vertidos llegan a la bahía y se mezclan con el agua de las playas de Can Pere Antoni Ciutat Jardí.

No obstante, si bien desde Emaya, como es perceptivo, se ha informado a la conselleria de Medio Ambiente, en ninguna de las dos ocasiones se ha izado la bandera roja, ya que esta señal que impide el baño se comienza colocar a partir del día 1 de mayo, fecha en la que da comienzo la temporada alta.

Reducción del 38%

Además, desde Emaya justifican también la no colocación de este aviso sobre la posible contaminación del agua de mar debido a estos vertidos provocados por la insuficiente capacidad de depuración, por el hecho de que, en estos momentos, debido a la situación de alarma, está prohibido no solo bañarse, sino incluso estar en la playa.

Según los datos proporcionados por esta empresa municipal, en la planta depuradora de Sant Jordi, la denominada EDAR I, la disminución del agua tratada a lo largo del mes de marzo en relación al mismo período del año pasado fue del 38,5%.

Esta importante disminución del volumen a tratar teniendo en cuenta que la situación de confinamiento ha afectado solo a la mitad del mes se explica por el hecho de que en esta planta se trata el agua residual procedente de la Platja de Palma, Sant Jordi, es Pil·larí, l'Aranjassa y el aeropuerto, además de una parte del resto de la ciudad. Por su parte, en la estación del Coll d'en Rabassa o EDAR II solo se ha observado un descenso del 4,61% del volumen tratado durante el pasado mes de marzo en relación al mismo mes del año anterior, cuando no se produjo la situación de confinamiento actual. Esta menor disminución del volumen de agua residual a tratar, y en consecuencia del generado, se debe a que en esta planta llega el líquido procedente de buena parte de las barriadas de la ciudad con una población más estable que la de la Platja de Palma, además de la generada en los polígonos de Son Castelló, Can Valero y Son Rossinyol, además de los municipios de Marratxí, Esporles y Bunyola.

Por lo que respecta al consumo de agua potable, la empresa ha informado que el pasado 28 de marzo se contabilizó una disminución del 18,5%, mientras que el día anterior fue del 16%.