"Es una suerte que tengamos este mercado porque así podemos seguir comprando los productos frescos de siempre y no debemos cambiar de dieta debido al confinamiento por el coronavirus".

Así se expresa Jean Francois Cuennet, comprador asiduo del mercado de productos ecológicos que se realiza desde hace una década en la plaza Berenguer de Palou, conocida popularmente como de los Patines, cada martes y sábado.

Esta mañana ocho vendedores de los trece que habitualmente ofrecen sus productos en esta plaza han abierto sus puesto, pese a la amenaza de lluvia que en algunos momentos se ha hecho presente, aunque muy débilmente.

A las diez de la mañana Jean Francois ya había realizado su compra y la colocaba en su bicicleta, medio de transporte con el que habitualmente se desplaza por Palma y con la que acude a Patines.

No contempla la posibilidad anunciada por las autoridades sanitarias de que este mercado como todos los que se siguen realizando al aire libre en Mallorca deban trasladarse a un recinto cerrado debido a la pandemia del coronavirus.

"Estamos más a salvo aquí, al aire libre, adoptando las medidas de seguridad que sean necesarias, que en una gran superficie cerrada", afirma convencido.

Además, manifiesta que "la gente es muy respetuosa con las distancias y las medidas de seguridad implantadas".

De la misma opinión es Tomás Balaguer, sindicalista del STEI y expresidente de la asociación de vecinos de Son Sardina, también asiduo a este mercado de productos ecológicos. "Aquí hay más seguridad que en una superficie cerrada, además de ser un ambiente mucho más tranquilo y saludable", afirma convencido.

Detrás de la línea de seguridad marcada en el suelo mantiene la distancia establecida con Susana, vendedora de frutas y verduras de Casa Pagesa, que le atiende con mascarilla y guantes y afirma que los martes ha notado una mayor afluencia de clientes, al contrario que los sábados, ya que este día han dejado de acudir los habituales con niños pequeños.

Albert, del horno Més que Pa de Portocristo, forma parte de la comisión del mercado ecológico, integrada por representantes de los vendedores, de la Asociación de Productors d'Agricultura Ecológica (Apaema), de la asociación de variedades locales, la asociación de consumidores Lligams y el Ayuntamiento de Palma.

Afirma que, si bien hoy dos de los vendedores que habitualmente tienen sus puestos el la plaza no han venido, lo único que ha notado con la crisis del coronavirus es que "la gente acude al mercado ya con la comanda hecha", además de "las ganas que tienen nuestros clientes de seguir comprando productos ecológicos y de buena calidad".

Este representante de los vendedores se queja de que "no dejen venir al mercado a los clientes de otros municipios", hecho que considera que crea en ocasiones "un grave problema a las personas que tienen algún problema de salud y necesitan consumir productos frescos sin pesticidas ni restos de productos químicos". Mientras explica esta reivindicación cinco o seis clientes habituales se han colocado en fila y respetando las distancias de seguridad a la espera de su turno. En silencio, y bajo una fina lluvia.