No todos los males que nos aquejan se deben a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Antes de que se declarara, las entidades de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma ya sufrían el retraso en el pago de las subvenciones comprometidas por el Ayuntamiento de Palma para el sostenimiento de los Casals de Barri y la realización de sus actividades. Todo ello pese a que desde el 31 de enero todos los gastos están justificados. El presidente de la entidad, Joan Forteza, ha alertado de que si no se autoriza el gasto en breve por parte del Ayuntamiento, los 20 empleados de las distintas asociaciones, además de los más de 200 monitores encargados de las distintas actividades que se desarrollan en los Casals de Barri y en los locales de las propias entidades (ahora en suspenso) se verán gravemente perjudicados. Algo que, según Forteza, es totalmente "inadmisible" teniendo en cuenta que los importes a abonar están contemplados en los presupuestos municipales.
¿Plenos por videoconferencia?
Ayer se celebró la primera junta de portavoces de la historia por videoconferencia, en la que participaron representantes de los seis partidos políticos con representación municipal. Entre los acuerdos adoptados está el de que este órgano se reunirá por este sistema cada semana mientras dure la declaración de alarma por el coronavirus con el fin de mantener abierto un canal de comunicación entre los representantes políticos. No se descarta que si la situación de confinamiento se alarga en el tiempo que las comisiones informativas o incluso las sesiones plenarias se puedan realzar online sin presencia de público.
