Intervenir de forma urgente. Esto es lo que piden las voces expertas consultadas sobre el deterioro que presenta el tejado del convento de Sant Jeroni de Palma deterioro que presenta el tejado del convento de Sant Jeroni de Palma, cerrado desde 2015, año en el que las monjas que allí residían se trasladaron al de Sant Bartomeu, en Inca. La acción de la borrasca Gloria abrió un boquete en la cubierta del edificio protegido, un agujero por el que se estuvo filtrando el agua durante la tormenta del pasado domingo. Esta circunstancia hace temer por la conservación del órgano del siglo XVIII, con elementos del XVII, y de los otros bienes que todavía quedan en el interior del conjunto histórico. Aina Pascual, historiadora del Arte y comisaria e investigadora de los bienes de las Caputxines, sostiene que el mal estado de las cubiertas es un problema común a todos los conventos que conoce: "Cuando las monjas se fueron de Sant Jeroni el tejado ya necesitaba arreglos. Las cubiertas aguantan mucho, pero necesitan mantenimiento y este agujero tiene fácil arreglo".

Para Pascual, el que la solución sea sencilla no quita que sea urgente: "Esto es importantísimo, no puede estar un día más así. No entro en la discusión de la propiedad. Eso es un problema interno del obispo y las monjas. Pero el convento es patrimonio cultural y en su interior todavía hay bienes cuya pérdida sería irreparable". Con todo su impresión "es tristísima porque hay un claro descuido y desinterés del pueblo de Mallorca por su patrimonio, evidentemente que hay unos jefes responsables en la Iglesia y las instituciones. Sé que el Consell se preocupa, pero hablamos de arreglar el tejado lo antes posible", insiste. Por su parte, el historiador Jaume Llabrés que trabaja junto a Pascual en el comisariado de Caputxines, afirma que observó el deterioro de las cubiertas de Sant Jeroni durante una visita realizada en 2004. "No me sorprende", afirma preguntado por los desperfectos.

Mal estado inmemorial

"De los conventos de clausura que hay en Palma éste era el que estaba peor y en el que se han hecho menos restauraciones arquitectónicas ya que la comunidad era pobre e invisible", explica. Miquel Bennàssar, organista y consultor de órganos conoce bien el convento y el instrumento puesto que lo ha visitado con regularidad durante más de treinta años. "Que se diga que hay una gotera sobre el coro es una suposición. Si pudiera ver la foto completa sabría si el agujero está sobre esa zona y, si fuera así, sería muy grave". Bennàssar también pide una intervención inmediata y apunta que "lo primero que se tendría que haber hecho cuando las monjas dejaron el convento es empacar el órgano in situ con unos plásticos adecuados. Nos han ofrecido enviar este material y creo que el Consell hará alguna cosa", apunta. El experto que se ha ofrecido a enviar esas protecciones es Gerhard Grenzing, el organero que reparó el instrumento de Sant Jeroni en 1971 y que dice conocer "como un hijo". Grenzing afirma que este órgano es "una joya excepcional de la organería mallorquina con una sonoridad brillante, clara y poética". El organero de origen alemán radicado en Barcelona conviene en que si hay un desperfecto en el tejado habría que repararlo aunque "para eso no se necesita la opinión de un organero".

En cualquier caso Grenzing, que ha restaurado otros órganos Bosch y ha publicado estudios sobre instrumentos fabricados por este organero, se ha ofrecido a llevar a cabo la protección del órgano: "El día que nos podamos mover, lo haríamos con mucho gusto".

CONTENIDO_RELACIONADO

  • La lluvia se cuela sobre el órgano del siglo XVII de Sant Jeroni por un boquete en el tejado

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO