El espacio donde actualmente se ubican los astilleros y que en el futuro se convertirá en el Museu Marítim de Mallorca comenzó a tomar forma en el siglo XIX. El Contramuelle Mollet es fruto de "una acusada prolongación del espigón [...] al pie del Baluarte de San Pedro", como explica el libro Curiosidades del puerto de Palma al hablar de un grabado de 1831 donde se dibuja el nuevo terreno ganado al mar. El crecimiento fue paulatino en esa zona del puerto de Palma, aunque la construcción de buques ya está documentada desde el 1230 -un año después de la conquista del rey Jaume I- en la que hoy es la plaza Drassana, cuyo topónimo en catalán recuerda que antiguamente allí estaba la atarazana de Ciutat.
