Una treintena de socios del Club Marítim Molinar de Llevant firman una carta en la que critican "la deriva que ha tomado" su "querido" club debido a la gestión del presidente, Rafael Vallespir, y defienden la solicitud que han trasladado al vecino Club Nàutic Portitxol de quedarse allí, donde ahora están temporalmente.

Los firmantes especifican que les "entristece profundamente la catástrofe que ha supuesto" dicha gestión "para el club más antiguo de España", ya que aseguran que Vallespir se ha "enfrentado una vez tras otra a vecinos, instituciones, autoridades y grupos de presión, anteponiendo sus objetivos al bien de la entidad, y el resultado a la vista está", resumen.

Los denunciantes continúan la misiva recalcando que se sentían "orgullosos" de ser socios del Club y que no han cambiado, aunque sí lo ha hecho la actual "filosofía", porque esta entidad ha pasado "de ser una institución modélica, querida y respetada por todos a una fuente de problemas ante todo el mundo". Destacan que el presidente, "en lugar de intentar negociar las cosas, siempre ha llegado al enfrentamiento y, al final, como dijo Ramon Llull, la humildad lleva a la paz y la soberbia, a la guerra", como ha acabado el Club "con todo el mundo", según reprochan en la carta.

Argumentan que se quedarán en el Nàutic Portitxol como nuevos socios debido a que quieren "volver a los orígenes: un club de barriada, para la gente del barrio, lejos de la megalomanía" que ha promovido Vallespir. Y eso es lo que representa el Portitxol para los firmantes, los "valores" que buscan, manteniéndose "fieles a una idea de club y de barrio".

El escrito coincide con el aviso de la Autoridad Portuaria de que el próximo miércoles, día 18, el Club Marítim Molinar de Llevant deberá abandonar los pantalanes cedidos en el Portitxol, así como la explanada, porque finaliza el periodo de ocupación temporal y por su "poca colaboración".