Un falso policía llevaba semanas actuando en Palma. Ahora, la Policía Nacional ha logrado desenmascararle y le ha detenido por usurpación de funciones públicas. Se trata de un hombre español de 40 años que trató de acceder a varios domicilios de la ciudad esta semana de madrugada mostrando una placa policial a través de su teléfono móvil. Los vecinos reaccionaron extrañados y no le creyeron.

A mediados de febrero el falso agente fue más allá cuando se presentó en un bar del Coll d'en Rabassa junto con otro hombre y una mujer. Uno de ellos llevaba una placa de policía en el pecho colgando de una cadena que rodeaba su cuello. Engañaron a uno de los clientes del local, le cachearon, localizaron marihuana en su ropa, se la intervinieron y abandonaron el establecimiento con la sustancia estupefaciente.

La Policía Nacional continúa investigando el caso para tratar de identificar al resto de implicados. Los agentes están indagando si son los responsables de hechos similares que se han producido en las últimas semanas en distintos puntos de Palma.

La Comisaría de distrito centro ha recibido denuncias y llamadas por sucesos parecidos que han tenido lugar este último mes.

El falso policía fue descubierto el pasado martes 3 de marzo, sobre las cuatro menos veinte minutos de la madrugada, cuando se personó en un domicilio de una mujer que no conocía de nada en Palma. El sospechoso se identificó como policía y mostró a través del videoportero lo que parecía ser una placa policial. El falso funcionario incluso explicó a la vecina que se había producido un caso de malos tratos. La ciudadana reaccionó extrañada. La actitud del agente despertó sus sospechas, por lo que la mujer decidió llamar a la sala del 091 de la Policía Nacional para detallar lo ocurrido y confirmar si realmente se trataba o no de un policía.

Su aviso resultó fundamental para esclarecer el caso. El cuerpo policial, al no tener constancia de que ningún funcionario estuviera actuando en la zona, movilizó una patrulla a la zona. Una vez en el lugar, los agentes localizaron en la misma calle al sospechoso, quien, al ser preguntado sobre lo ocurrido, les aseguró que había un hombre que estaba identificándose como "policía del grupo de familia" por la zona e intentó marcharse de allí.

En ese momento, un vecino de la la misma calle intervino e informó a los verdaderos agentes de que el hombre con quien estaban hablando decía que era policía. Según el afectado, esa misma madrugada le había llamado a la puerta de su casa pidiéndole la documentación. Le había exhibido una supuesta placa policial, pero, según precisó, creía que lo que le había mostrado era la imagen de una placa a través de un teléfono móvil.

Los investigadores pidieron entonces al sospechoso que desbloqueara su terminal y así pudieron comprobar como en la pantalla del teléfono aparecía una única imagen, una placa de Policía.

La Comisaría de distrito centro se hizo cargo del caso y, tras varias pesquisas, se pudo constatar que el pasado 19 de febrero el falso policía ya había actuado en un bar del Coll d'en Rabassa. En esa ocasión, acudió acompañado de una pareja y todos ellos simularon que se trataba de una redada antidroga. Lograron que un cliente se dejase cachear mediante engaño, hallaron marihuana en su ropa, se incautaron de esta sustancia y se marcharon del local. La Policía Nacional se centra ahora en buscar a más víctimas.