La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) ha iniciado una campaña con el fin de evitar que cada año lleguen al mar "entre 28 y 50 toneladas" de desperdicios, en especial colillas y plásticos, recogidos por los imbornales.

Tal como ya se ha hecho en otras ciudadades europeas, se están colocando placas junto a los imbornales de las calles más transitadas de la ciudad con la inscripción "El mar comienza aquí" en castellano, catalán e inglés. Con esta inciativa, tal como ha explicado esta mañana el alcalde, José Hila, se pretende "concienciar a la ciudadanía de que si queremos una ciudad sostenible, debemos ser conscientes de que el mar comienza en las calles ya que si echamos colillas o basura, ésta se recoge por los imbornales, no se recicla y acaba en el mar".

Por su parte, el teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, ha hecho hincapié en que los ciudadanos no solo no echen las colillas y restos de plásticos a la calle, que acaban en los sumideros de recogida de agua pluvial, sino que tampoco deben depositar en ellos líquidos que contengan cualquier tipo de productos.

Ha insistido en que los imbornales solo están preparados para recoger el agua pluvial y que solo disponen de un pequeño depósito en el que caen los restos sólidos que son limpiados como mínimo una vez al año, aunque fácilmente desbordables cuando llueve, de ahí que, en especial las colillas y los plásticos, acaban en la red de pluviales y en los torrentes.

Si bien no se disponen de datos sobre las toneladas de basura que pueden llegar al mar por este procedimiento, Perpinyà ha manifestado que "no es descabellado pensar que pueden oscilar entre las 28 y las 50 toneladas anuales", dependiendo de la pluviometría.

Por ello, el teniente de alcalde ha manifestado que es importante que los ciudadanos se conciencien de que "un imbornal no es una papelera" por lo que "no debe recibir ningún residuo sólido ni agua con otros productos".

Asimismo ha insistido en que mantener el mar limpio "es responsabilidad de todos" y ha recordado que, para ello, Emaya ya está trabajando en la construcción de un tanque de laminación junto a la depuradora del Coll d'en Rabassa y el nuevo colector de agua residual, que permitirá reducir en un 80% los vertidos de aguas mixtas y que el Gobierno central ya ha puesto a exposición pública el anteproyecto para la construcción de la nueva depuradora, además de las obras de separación de las redes de agua potable de las residuales que se realizan en distintas zonas de la ciudad, entre otras iniciativas.