Las fuertes rachas de viento registradas el lunes y martes de esta semana han provocado directamente la caída de diez palmeras y la tala, por motivos de seguridad, de otras cuatro.

El paseo Sagrera ha sido la zona de la ciudad más afectada ya que el viento ha derribado nueve ejemplares de palmera datilera, a la que se suman otros tres que han sido talados por precaución por indicación de los técnicos municipales de Parques y Jardines.

A esta zona se añade el derribo de otra palmera en el paseo Mallorca y la tala de un ejemplar, también por precaución, situado en la plaza de sa Llonja.

Fuentes municipales han indicado que, de la inspección ocular realizada después del vendaval, en principio, no se constata que los ejemplares afectados sufrieran algún tipo de patología relacionada ni con la infección de picudo o por algún tipo de podredumbre que haya podido causar la caída. Tampoco se tenía constancia de ello antes del vendaval.

No obstante, desde el departamento de Parques y Jardines, como ya se hizo con el ejemplar situado en el paseo Dalt Murada que mató a una mujer el año pasado, se han remitido muestras al laboratorio de Sanidad Vegetal de la conselleria de Medio Ambiente, que evaluará en los próximos días si los ejemplares afectados padecían algún tipo de patología, que haya podido influir en su desplome.

El lunes por la tarde cayeron dos palmeras en el paseo Sagrera y una tercera en el paseo Mallorca. El martes, con fuertes rachas de viento y con la alerta naranja activada, se procedió al cierre al tráfico peatonal del paseo Sagrera. Poco después el viento derribó otros siete ejemplares. Los bomberos y los técnicos de Parques y Jardines trabajaron durante buena parte de la noche del martes al miércoles para la retirada de los restos.

A primera hora de la mañana de ayer el primer tramo del paseo se reabrió al paso peatonal. A lo largo de la mañana se hizo lo mismo con el resto del paseo. El servicio de emergencias atendió 160 avisos por las fuertes rachas de viento, 90 de ellos en Palma.