Desde que en los primeros días del mes de febrero fueron trasladados al castillo de Bellver, a las dependencias de la Policía Montada, todo son atenciones para Budi y Max, los antiguos perros de la Unidad Canina de la Policía Local.

Viven en un entorno privilegiado, reciben la visita del veterinario tres veces por semana, según se informó en el último pleno municipal, y hoy han recibido en su nuevo hogar a los portavoces de PP y Ciudadanos, Mercedes Celeste y Eva Pomar. Tanto se habían interesado por el estado de salud de los perros los grupos municipales de la oposición, que la concejala de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, ha llevado a sus representantes a verlos.

Budi y Max tienen diez años. En mayo de 2012 empezaron a prestar servicio en la Unidad Canina de la Policía Local de Palma, actuando en detección de sustancias estupefacientes y menudeo, en actuacioes en zonas peatonales, parques conflictivos, botellón, controles preventivos y en los entornos de los colegios. Tambien participaron en numerosas exhibiciones.

Ahora su vida ha cambiado radicalmente. Se acabó el servicio activo. Viven un tranquilo retiro en el entorno natural del Castillo de Bellver, en la sede de la Policía Montada.

El Ayuntamiento de Palma los quería dar en adopción en un primer momento y mandarlos a la perrera de Son Reus. Pero rectificó su decisión por las protestas de entidades animalistas. Ahora están al cuidado de una antigua integrate le la Unidad Canina que ya pertenecía a la policía montada.

Este persona se ha reincorporado a su antigua unidad y, entre sus cometidos, tiene el cuidadado de estos dos perros policía. El tercer ejemplar, más joven, ha sido devuelto a la persona que en 2012 lo ceció a la Unidad Canina.

Durante la visita, los representantes municipales, acompañados de la concejala de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, han comprobado la mejora del estado de salud de Max y Budi, que están afectados leishmaniasis, y han visto las instalaciones en las que los perros duermen, así como el tratamiento que están siguiendo.

"Después de realizar la visita y poder ver de primera mano cómo están Max y Budi, nos quedamos tranquilos, porque parece que su estado mejora", ha manifestado Eva Pomar.

Pomar ha valorado la labor de los policías y ha señalado que "son amantes de los animales y han conseguido que los perros convivan perfectamente con los caballos".

Finalmente, ha reconocido a los agentes su atención y explicaciones y ha agradecido que la regidora de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, haya permitido y acompañado al grupo municipal durante la visita.

Igualmente, el tercer perro de la antigua Unidad Canina, Chico, que fue devuelto a su antigua dueña, se ha adaptado muy bien a su nueva vida, según ha explicado su propietaria. "Está muy contento y ya es íntimo de Bruna y Petra, sus nuevas compañeras, hasta el punto de que duermen y pasean juntos".