Los propietarios de 30 de los 100 locales existentes en las galerías comerciales de la plaza Major, advirtieron ayer que no van a dar su consentimiento a que el Ayuntamiento convierta el espacio central, cuya concesión ha recuperado tras cincuenta años, en aparcamiento para vehículos.

El presidente de la comunidad de propietarios de los treinta locales que son de titularidad privada, Bernat Feliu, manifestó que Cort debe contar con ellos a la hora de adoptar cualquier decisión sobre el futuro de estas galerías comerciales en el caso de que la solución propuesta afecte a cualquiera de los elementos comunes de estas instalaciones por lo que, en el caso de que finalmente se opte por convertir la mayor parte de la superficie en estacionamiento, se opondrán rotundamente.

Feliu calificó de "absurda" esta idea del Ayuntamiento, opinión que, recordó, comparten las asociaciones empresariales del pequeño comercio Afedeco y Pimeco y más de cincuenta entidades vecinales y ciudadanas incluyendo Arca.

Entre otras razones, Feliu explicó ayer que esta propuesta supondría una "pérdida del valor patrimonial" de los treinta locales de propiedad particular existentes en la primera planta subterránea situada debajo de la plaza Major.

El presidente de la comunidad de propietarios, no obstante, manifestó que no se van a oponer en absoluto a que parte de las instalaciones sean utilizadas para otros usos ciudadanos, tal como se contempla en varias propuestas que está estudiando Cort, aunque lamentó que el Ayuntamiento, y en concreto el teniente de alcalde de Participación Ciudadana y Gobierno Interior, Alberto Jarabo, "ignore a los propietarios".

"Absurdo jurídico"

De hecho, el presidente de la comunidad, arropado por una decena de propietarios de locales, manifestó que pese a las reiteradas solicitudes realizadas para mantener una reunión con el teniente de alcalde desde el pasado mes de septiembre, "aún no se ha señalado día y hora para el encuentro".

Feliu puso de manifiesto también el "absurdo jurídico" que ha supuesto no autorizar la prórroga extraordinaria al supermercado, "que daba vida y servicio tanto a las galerías y a todo el centro de la ciudad".

Explicó que de los 10 locales que ocupaba este establecimiento siete son de propiedad privada, cuyos propietarios estaban dispuestos a continuar alquilándolos para este uso y tres de propiedad municipal.

Al respecto, aseguró que el Ayuntamiento habría actuado en este caso en contra de informes de los servicios municipales y de una decisión adoptada por la junta de gobierno de la semana pasada cuando aprobó una prórroga extraordinaria al bar-restaurante del edificio municipal Flassaders, pese a que también finalizaba su concesión el pasado viernes.

Okupas

Por su parte, el administrador de la comunidad de propietarios manifestó que desde el pasado septiembre, cuando el Ayuntamiento recuperó el 70% de los locales de las galerías comerciales, se han producido constantes problemas en cuanto al mantenimiento, pese a que Cort se ha hecho cargo de la vigilancia, la limpieza y del suministro de agua y de energía.

Relató que ha habido constantes cortes en el suministro de agua y que las escaleras de acceso "un día funcionan y el otro no". Además, se produce una "duplicidad" en la prestación del servicio de seguridad, puesto que si bien la SMAP se ha hecho cargo de este cometido, la comunidad continúa manteniendo a dos vigilantes jurados, pese a que no cobran.

También denunció "signos de degradación progresiva de estas instalaciones", y el hecho de que "ya se han instalado okupas en uno de los locales de propiedad municipal".