La asociación Gent Gran de Sant Agustí se suma a la protesta de seis entidades vecinales por los cambios en varias rutas de la EMT. El barrio de Ponent se ha visto afectado desde hace más de un año por la eliminación de la línea 20 por la parte alta de Sant Agustí, que la Empresa Municipal de Transports ha intentado paliar con la reciente llegada de la línea 47. Sin embargo, el secretario de la asociación, Manuel Gordo, afirma que “el resultado es tan ridículo que parece una tomadura de pelo”.

En un escrito enviado este mes al Ayuntamiento, recuerda la particular orografía del terreno de la zona y argumenta que la línea 47 no soluciona el problema de falta de comunicación entre la parte alta y baja del barrio mediante el transporte público. La nueva línea tiene una frecuencia de paso, cada hora, que “no incentiva su uso” y “con este bus solo se podría ir de la parte alta a la parte baja, pero no volver a subir, como sí se podía hacer con la línea 20”.

La línea 46 sí realiza un trayecto de subida, pero “no accede a la zona de las calles Noruega y Son Toells”. Si los residentes “bajamos a comprar, subimos cargados”, argumenta. Según remarca el portavoz, “debe haber una solución de bajada y de subida con una frecuencia igual a la del resto de autobuses”, frente a lo que ha implantado la EMT, que “desanima a los vecinos y no incentiva el transporte público”, lo contrario que “el objetivo que cada día pregona el consistorio”.