Mercapalma, el mercado mayorista participado en un 51% por el Ayuntamiento de Palma y el 49% por la sociedad estatal Mercasa, comercializó el año pasado 21.133 toneladas de carne, un 3,1% más que en 2018.
No obstante, los sacrificios de animales que se realizaron en el matadero que gestiona una empresa privada disminuyeron en un 6,2%, siendo el volumen de carne comercializada procedentes de esas instalaciones en relación al total tan solo del 12%.
El gerente de Mercapalma, Jeroni Barbón, explicó que la disminución de los sacrificios en el matadero se relacionan con los problemas de la cabaña mallorquina, puesto que en estas instalaciones se sacrifican animales procedentes de las distintas explotaciones mallorquinas.
Las cantidades de cerdos sacrificados el año pasado prácticamente fueron las mismas que en 2018, aunque se incrementaron en un 0,2%, pasando de 1.212.236 kilos a 1.214.669 kilos.
Las toneladas de vacuno disminuyeron en un 17%, pasando de los 880.497 kilos de 2018 a los 724.148 kilos del año pasado, mientras que la carne de ovino disminuyó en 11.524 kilos, lo que representa un 1,9%.
Por lo que respecta al resto de operadores de carne instalados en Mercapalma, como por ejemplo Eroski, el Syp o Mercadona, el año pasado comercializaron un total de 18.612.205 kilos, la mayoría de ellos (16.068.673 de carne fresca), cuya producción aumentó en un 6,3%, frente a los 2.544.281 kilos de producto congelado, lo que supone una disminución del 5,5%.
Cae el pescado y el marisco
La comercialización de pescado y marisco también experimentó un importante descenso, fijado en el 9,9% en relación a 2018. Se comercializaron un total de 6,5 toneladas de pescado y marisco fresco, lo que supuso un descenso del 5,9%, y 2,4 toneladas de congelado, con una disminución del 9,9%.
En conjunto, salieron de Mercapalma en 2019 un total de 978.491 kilos menos de pescado y marisco, lo que se atribuye en parte al incremento de la comercialización de estos productos por parte de la Lonja de pescadores.
El mercado mayorista comercializó 193.885 toneladas de frutas y hortalizas, lo que supone un pequeño descenso en relación a 2018. El volumen de estos productos se mantuvo prácticamente igual, pese al acusado descenso de la comercialización de frutas y hortalizas procedentes de los productores locales, que pasó de 2.585 toneladas a 2.357.
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