ARCA, la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics, exigió este martes al Ayuntamiento de Palma la "inmediata paralización" de la sustitución de los bordillos que está llevando a cabo en la avenida Gaspar Bennàzar y la recuperación de las piezas de piedra que ya se han quitado para poner otras de hormigón, tal como avanzó ayer este diario.

ARCA considera que sustituir la piedra viva por bordillos de hormigón como se está haciendo "es innecesario y resta historia y calidad paisajística al Eixample". Y mucho más en una calle en la que está un elemento monumental como es el Coliseo Balear, apuntó la entidad.

El área de Infraestructuras del Ayuntamiento comenzó con estas obras en Gaspar Bennàzar justo después de Reyes, el 7 de enero. Su intención es reutilizar las piedras ahora retiradas en el centro de la ciudad.

Los motivos de este cambio de la piedra por hormigón son varios, pero entre ellos está el económico, ya que, según explicó la regidora Angélica Pastor, el metro lineal de bordillo de hormigón cuesta 12,50 euros, mientras que el de piedra vale 17,64 euros.

La sustitución que ahora se ejecuta en Gaspar Bennàzar también está prevista en otras calles del Eixample, como son General Ricardo Ortega, Rafael Rodríguez Méndez, en distintas calles del Rafal Vell y en Borgull o Llorenç Villalonga, entre otras, además de las que se incluyen en la planificación ordinaria de la mejora de la vialidad, como en la barriada del Coll den Rabassa o en Joan Gris.

Nuevos usos

Las piezas de piedra retiradas de los bordillos se almacenan en el vivero municipal o en otras instalaciones de Infraestructuras, para poder utilizarlas posteriormente, cuando se necesiten en obras en el centro de la ciudad, donde se mantiene la piedra, sin tener que comprar material nuevo, comentó la concejala al respecto.

La asociación de defensa del patrimonio considera este cambio en los bordillos del Eixample una "grave equivocación" de la regidora Pastor que "se tiene que corregir". Es más, para ARCA los motivos económicos no justifican en este caso el cambio de material en las aceras. "Todo el Eixample merece un respeto por sus valores patrimoniales", añadió la asociación conservacionista.

ARCA recordó ayer que "estas piedras han convivido con el Eixample más de 100 años y allí tienen que permanecer, como se acordó hace tiempo".

Ante esta situación, la entidad exigió al Ayuntamiento "una solución urgente" y "un criterio como el ya consensuado hace muchos años y que había dado buenos frutos, como es el ejemplo de la calle Arxiduc".

Arxiduc conserva la piedra

En su exigencia de vuelta atrás en la retirada de los bordillos de piedra y de mantenerlos pese a las obras de renovación de aceras, ARCA mencionó el caso de Arxiduc Lluís Salvador. "Es un ejemplo de calle renovada que conservó sin ningún problema las losas de piedra", comentó. Además, la entidad recordó que durante el Pla Mirall, tras las protestas ciudadanas, se acordó conservar la piedra en muchas calles.

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