La asociación defensora de los derechos de los peatones, Vianants en Lluita, apoya todas las peatonalizaciones previstas por el Ayuntamiento de Palma, así como la ejecución de ejes cívicos, y le exhorta a que no desista de ellas por la presión que pueda encontrar en algunos sectores de la población.

La entidad asegura que el fenómeno de la oposición de los comerciantes a las peatonalizaciones es recurrente, y que es bien sabido que al cabo de cierto tiempo, ellos mismos son los mayores entusiastas de la nueva medida. A título de ejemplo, citan las peatonalizaciones operadas en la calle Blanquerna, en donde, como en el resto de las zonas peatonales que a lo largo de los años han tenido lugar, sería impensable revertir esa medida.

Vianants considera que el centro de Palma debe convertirse paulatinamente en peatonal, restringiéndo el acceso motorizado solo a los coches de los residentes, transporte público y de mercancías, proponiendo que se incentive el de las bicicletas de carga “de última milla”, en aquellas circunstancias que lo permitan.

También insiste en que las peatonalizaciones no deben ir acompañadas de la privatización del espacio público, ni de la perturbación del descanso de los vecinos, que son dos cuestiones que deben anteponerse sobre cualquier otro criterio.

Vianants está en contra del establecimiento de aparcamientos dentro del casco urbano, pues considera que los verdaderamente disuasorios son aquellos que se encuentran en la periferia de la ciudad, conectados por el transporte público, y como alternativa temporal a una red de transporte público en la isla rápida, frecuente, eficaz y privilegiada sobre el transporte privado, que convenza a la ciudadanía sobre sus ventajas.