El pleno del Ayuntamiento de Palma se comprometió ayer por unanimidad a buscar alternativas a la planta de producción de hormigón proyectada en la urbanización de son Güells. Previamente a este compromiso unánime un grupo de vecinos de esta urbanización se manifestaron en la plaza de Cort.

Con el grito No, No, No. Hormigonera No, los vecinos expresaron su rechazo a la implantación de una planta de producción de hormigón en un solar de la urbanización vecina de Son Morro, calificado como industrial, pese a estar a escasos metros de una zona residencial en la que viven más de 1.000 personas, entre los que hay 250 niños.

La planta cuenta con el informe de impacto ambiental favorable con prescripciones, aunque los vecinos han presentado alegaciones en las que ponen de manifiesto, entre otras cuestiones, "el negativo impacto visual que no se soluciona con el pintado de la planta, la deficiente insonorización acústica y los problemas de movilidad que se generarán, entre otras".

Los vecinos, apoyados por la Federació d'Associacions de Veïns de Palma quieren que el Ayuntamiento se comprometa a paralizar la tramitación de la autorización de esta planta y que se proceda a la revisión de la actual calificación urbanística del solar.

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El presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, Joan Forteza, intervino en el pleno en apoyo de la reivindicación vecinal y solicitó que Cort no conceda la licencia de actividad a estas instalaciones y no permita su ubicación ni en Son Güells ni cerca de cualquier barrio residencial.

Asimismo, Nika Zurano, vecina y portavoz de Son Güells, insistió en que esta zona no es un polígono e incidió en los problemas de salud que se asocian a este tipo de industrias como episodios de "bronquitis, asma o cualquier otra afección respiratoria incluyendo el cáncer de pulmón".

La portavoz del GOB, Margalida Ramis, exigió también al Ayuntamiento la paralización de la tramitación y la recalificación de estos terrenos. Manifestó su "incredulidad" por el hecho de que este proyecto cuente con dos informes técnicos favorables de la comisión de Medio Ambiente de Balears sin que hagan referencia, en ningún caso, "a los aspectos relativos a las emisiones de partículas y de ruido ni a su incidencia paisajística o de movilidad".

Por su parte, la concejala de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, lamentó esta situación que, según manifestó, ha sido provocada por una modificación de la normativa urbanística relizada por el PP entre 2004 y 2006, que permite este tipo de instalaciones en estos terrenos cuando, con la redacción anterior, no hubiera sido posible ya que la parcela limita con un espacio residencial, colegios y una residencia de servicios sociales, entre otros.

El Ayuntamiento requerirá también todos los informes pertinentes con el fin de evaluar, con la colaboración el Govern balear