En el colegio público de s'Aranjassa los niños no se quitan las chaquetas en clase y los más pequeños incluso se dejan puesta la bufanda por el frío que hace dentro del centro. La conselleria de Educación ha constatado que la temperatura está por debajo de los 17 grados, el valor mínimo para hablar de bienestar en el aula. Desde hace dos años soportan esta situación y han reclamado mejoras al Instituto de Infraestructuras y Servicios Educativos y Culturales (Ibisec) sin éxito.

El problema, explica Xisca Canyelles, presidenta de la Apima de esta escuela unitaria, es que la potencia eléctrica contratada para este centro no aguanta la conexión de las estufas, radiadores y pizarras digitales, por lo que no se pueden calentar las aulas. Y se trata de una cuestión que depende del Ibisec, no del Ayuntamiento de Palma.

El informe técnico de las condiciones ambientales refleja que el aula de infantil está a 13,2 grados, a 13,5 la de música, a 14 grados está el baño de las niñas y a12,6 el de niños, por citar solo algunos valores. Además de no alcanzarse en ningún caso los 17 grados, el mínimo establecido por Real Decreto en los colegios, la calidad del aire tampoco es la adecuada en muchos de los espacios de este centro.

El informe señala que esas temperaturas se consideran "ambiente frío" y aunque no suponen un riesgo, "pueden originar molestias o incomodidades" o incluso afectar al "rendimiento físico o intelectual".

"Si para los adultos no es la temperatura idónea, imagínate para los niños", remarca la presidenta de la Apima.

Según explica Canyelles, desde 2018, la directora del colegio ha reclamado hasta en cinco ocasiones una solución al Ibisec sin obtener ni siquiera una respuesta.

Tras recibir el informe técnico sobre las condiciones ambientales en esta escuela, la dirección del Ceip s'Aranjassa remitió el documento al Ibisec el pasado jueves, pero cuatro días después, ayer, seguían sin recibir respuesta.

Desde esta escuela reclaman que se aumente la potencia contratada con Endesa o se busque la solución.

La escuela necesita muchas mejoras, pero la de una correcta climatización urge desde que se adoptó una nueva metodología de enseñanza y los alumnos tienen puertas abiertas y se utilizan los pasillos como parte de las aulas. En este colegio hay unos 80 niños matriculados y debido al frío, asegura Xisca Canyelles, hay días en que han faltado cinco niños por curso.