A Palma le chifla el fuego. Sobre todo a los padres de los niños asustados que miran cariacontecidos a esos seres de cuernos que sacan chispas y llamas por la boca.

El Correfoc es el chispazo a Sant Sebastià y por el momento está sucediendo con total normalidad.

Los casi doscientos demonios son aclamados por miles de personas, algunas de ellas ataviadas para este viaje al infierno que concluirá en una hora con la danza de las bestias de fuego.