La Defensora de la Ciudadanía de Palma, Anna Moilanen, pidió ayer un técnico más para su oficina ante el aumento de trabajo experimentado en los últimos años y los expedientes acumulados.

Esta oficina tramitó 469 expedientes durante 2019, de los que 105 eran casos pendientes de años anteriores. Más de cien expedientes quedan todavía por resolver, remarcó Moilanen, quien expuso los ajustados recursos con los que cuenta. "Se está haciendo un esfuerzo enorme para resolver los expedientes, pero la cifra de los que quedan pendientes siempre ha estado muy por encima de los resueltos".

En 2016, cuando se nombró a Moilanen como nueva responsable de la oficina, se admitieron a trámite 150 expedientes. En 2017, fueron 282. Otros 291 en 2018 y 364 el pasado año, a los que hay que sumar los 105 pendientes. La defensora de la ciudadanía ha comenzado 2020 con 89 expedientes 'heredados' del año pasado.