A Palma le chifla el fuego. Sobre todo a los padres de los niños asustados que miran cariacontecidos a esos seres de cuernos que sacan chispas y llamas por la boca. El correfoc es el chispazo a las fiestas de Sant Sebastiá, un final apocalíptico para una ciudad que anoche echó más chispas de lo habitual.

Los más de doscientos demonios de las siete collas fueron aclamados por miles de personas, algunas de ellas ataviadas para este viaje al infierno que concluyó con la danza de las bestias en la plaza de Joan Carles I. Una lucha entre los dragones, el de na Coca, el de Sant Jordi y s'Òliba de la Real, que desde que se sumó a esta danza de seres mitológicos el año pasado, se ha convertido en reclamo de un público hambriento de fiesta.

Los golpes de tambor de las batucadas es el sonido de apego a las fuerzas del mal que en este correfoc de ciudad se aligera con prudentes medidas de seguridad. Los atrevidos se acercaron bajo los paraguas de fuegos y en la retaguardia, bajo los soportales de la avenida de Jaume III los voyeurs con temor. Son los que inmortalizaron sus miles de fotos que reventaron Instagram y otras redes porque no hay fiesta, acto de muchos, que no acabe siendo enviada a ese lugar llamado nube.

El Ayuntamiento puso para finalizar unas fiestas accidentadas 188 kilos de pirotecnia que se tradujeron en la quema de 6.800 artificios pirotécnicos en manos de los Luciferes de las collas participantes: Endimoniats de Palma, Dimonis de Son Sardina, Enfocats, Kinfumfà Dimonis, Es Cau des Boc Negre, Trabucats, Realment Cremats y Òliba de la Real y por último el Drac de Sant Jordi. Este fue el orden seguido en un itinerario que ha acortado recorridos desde hace tres años.

Convocados a las siete de la tarde en el puente de sa Riera con el passeig Mallorca, se animó a los aficionadas con los castells, una costumbre de la cultura catalana que ha arraigado en Mallorca. Los castellers de la isla estuvieron subiendo al cielo en la plaza del Mercat.

En Jaume III alguno aguardó la llegada de la demoniada dándole al mate. Sí, la Palma plurinacional, mestiza y cobriza se va haciendo suyas pasacalles y correfocs como el de anoche, "una tradición efectista que cierra el programa", expresó el regidor de Participación Ciudadana el día de la presentación de los actos y tras el posado con el dragón de na Coca, el de Cort. El chispazo le costó al erario público 22.000 euros.

De rebajas

Con la franquicias, grandes almacenes y los comercios del emporio Amancio Ortega abiertos, la espera de Lucifer se solventó con el culto al dios consumo, que favorecen las rebajas, ahora ya en un setenta por cien.

Ensordecidos, con olor a sulfuro, algún orificio quemado en las ropas y enardecidos por la marea de demonios y dragones, se dijo adiós a unas fiestas de un santo que algunos quieren celebrar en verano para que no vuelva a caer Gloria sobre él.

Lucifer toma nota para enviar al Averno a quien le cambie una coma del guión de un correfoc que es muy suyo.