El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, recriminó el olvido del origen religioso de las fiestas de Sant Sebastià en el programa de actos del Ayuntamiento y que los símbolos cristianos sean "ridiculizados". Así lo manifestó ayer durante su homilía en la Catedral, en el día del patrón de la ciudad.

No es la primera vez que Taltavull critica el tratamiento que se da a las fiestas de Sant Sebastià y la interpretación de su origen. Ante el alcalde de Palma, José Hila, y otros cargos institucionales, el obispo reclamó que la celebración religiosa forme parte de la programación oficial de las fiestas.

Taltavull hizo mención expresa a la presentación que hace el concejal de Participación Ciudadana, Alberto Jarabo, en el programa de actos editado por el Ayuntamiento. En ese texto, el edil atribuye la celebración de la Revetla a la leyenda del Drac de na Coca, sin mencionar por qué Sant Sebastià se convirtió siglos atrás en el patrón de la ciudad.

El obispo también se refirió a las palabras del alcalde, quien en el programa festivo habla de unión y amistad en torno a los foguerons.

Taltavull añadió que quiere que la celebración cristiana en la Seu "también sea reconocida como parte integrante de la fiesta" e indicó que el camino tiene que ser el diálogo constante, superando malentendidos, prejuicios e ignorancia".

En un sentido más amplio, el obispo se refirió a la situación que viven los cristianos hoy. "Sabemos que, como nos ha hecho ver el Evangelio, las incomprensiones y el descarte también se darán. Ya se dan cuando el hecho religioso no es reconocido o son ridiculizados sus símbolos, sus relatos, sus elementos que han creado cultura".

"No nos viene nada de nuevo que como a Sant Sebastià, se nos calumnie, se nos insulte, se nos excluya y, como en tantos otros sitios, con la palabra directa, con la indiferencia o desde ella anonimato, se nos persiga", ha manifestado al final de su homilía.