La Platja de Palma es una zona insegura para los residentes pero segura para el turismo senior, según la tesis doctoral de Miquel Quetglas, que ha investigado las diferencias en la percepción de la seguridad que tienen los visitantes de la tercera edad y los habitantes de esta zona turística.

El estudio se centra en esta zona que constituye un destino turístico maduro de sol y playa en proceso de transformación, cuya imagen se ve afectada por actividades ilícitas y comportamientos incívicos, al tiempo que aumenta la demanda de seguridad y de presencia policial por parte de los residentes, informó la UIB en un comunicado.

El trabajo de campo consistió en 1.334 cuestionarios, una parte de los cuales los contestaron 651 sujetos (412 turistas seniors y 239 residentes), entrevistados de forma aleatoria en la zona de estudio. El resto, fueron cuestionarios que completaron de manera voluntaria 683 turistas seniors que asistieron a las charlas sobre seguridad impartidas por la Policía Local en 2016 y 2017.

La investigación de Quetglas demuestra que los residentes de la Platja de Palma tienen una percepción de inseguridad, especialmente localizada en s'Arenal, que tiene su origen en el deterioro ambiental, el ruido, las peleas y los conflictos vecinales por actos incívicos, la diversidad étnica, además de la falta de servicios y equipamientos públicos y la presencia en verano de turistas que alteran el orden público.

Sin embargo, el turismo senior lo percibe como un destino "muy seguro" y lo valora con un notable alto.