La empresa de desguace Hiermar comenzó ayer a retirar una veintena de vehículos abandonados en la calle y en recintos privados, en cumplimiento con un reciente decreto del área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma que ordena su eliminación urgente. La primera zona en limpiarse de estos coches, considerados un “peligro grave y riesgo para las personas” debido a su degradado estado, ha sido el polígono de Can Valero.

Un camión con grúa de esta empresa, que es la adjudicataria del servicio de retirada, desguace y descontaminación de vehículos en Palma, se llevó ayer por la mañana los primeros coches y furgonetas de Can Valero, considerados un residuo sólido urbano peligroso y con nulo valor económico. El destino de esos vehículos será su destrucción inmediata en un centro autorizado, confirmaron fuentes municipales.

La retirada urgente de estos primeros veinte coches se ha ordenado ya que suponían un riesgo para la seguridad viaria y de los peatones, o por ser un peligro ambiental o, incluso, representar un grave peligro de incendio o explosión.

El decreto de Cort también establece que el coste de la eliminación de estos coches tendrá que ser asumido por su titular, arrendatario o conductor habitual. En caso de que no se les haya localizado, se notificará públicamente mediante el BOE.

Mientras se sigue trabajando para cuantificar el número de vehículos abandonados en la calle en Palma, el Ayuntamiento prevé aprobar otro decreto para ordenar la retirada de los coches destrozados que están en Nou Llevant, indicaron ayer las mismas fuentes consistoriales.

Paralelamente, el Ayuntamiento sigue con el vaciado del depósito municipal de vehículos de Son Toells, colapsado desde hace años y sobre el que la conselleria de Medio Ambiente decretó una orden de limpieza y adecuación de las instalaciones a la normativa. Entre octubre y hasta el momento, se han sacado de allí 800 vehículos.