Antonio Vila Alcover, el único hijo vivo de José Vila y Magdalena Alcover, los fundadores de Casa Vila, el negocio fotográfico más antiguo de Palma, ha celebrado sus cien años este pasado domingo. Estuvo acompañado de sus cinco hijos, Magdalena, José, Arturo, Rosa y Antonio, además de nietos, sobrinos y amigos de la familia. Muchos de ellos de Sometimes como la familia Borrás.

La fiesta dio lugar a los recuerdos inmortalizados en muchos de los casos por fotografías del archivo familiar, con más de 50.000 negativos, algunos de ellos placas de vidrio, que cuentan además de la historia de esta saga familiar, la crónica de Palma.

"Mi abuelo José Vila retrató hitos de la ciudad, como la llegada de Alfonso XIII, o cambios en las calles, la llegada de aviones, los nombramientos de obispos y los bautizos y comuniones de los hijos de sus amigos y conocidos", explica su nieta Magdalena, primogénita de Antonio Vila.

En la plaza Santa Eulàlia persiste Casa Vila, fundada en 1922. El motor inicial del negocio fue la fotografía pero no eran tiempos para lucrarse con ella porque a principios de siglo eran pocos los que podían permitirse la afición fotográfica. Así que el matrimonio Vila Alcover amplió la gama de productos hacia la droguería y material de Bellas Artes.

En 1963 se abrió el local de Jaume III en cuyo entresuelo se instaló el laboratorio que trasladaron desde Santa Eulàlia. El comercio de Jaume III permaneció abierto hasta 2013. Sigue abierta Casa Vila en su primera tienda original, y en manos de la misma familia.

Hoy atienden tres nietos de los fundadores, José y Toni, hijos del centenario Antonio Vila, y Pepe Vila, hijo de Sebastián Vila, hermano del homenajeado ayer por todo lo alto, que falleció en 2009.