El último gran solar urbano del Molinar tendrá en el futuro más de medio centenar de viviendas. El terreno de unos 10.000 metros cuadrados está entre los números 152 y 164 de la calle Llucmajor y linda enfrente con un tramo de Damià Reixach, que deberá ser prolongada hasta la calle Golf de Lleó. La próxima urbanización del descampado cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento, aunque ahora los propietarios están a la espera de la aprobación por parte de la Comisión Balear de Medio Ambiente, por lo que desconocen cuándo podrán iniciar las obras de dotación de servicios, creación de nuevos viales y delimitación de las parcelas.

La junta de compensación que se constituyó para sacar adelante el proyecto de urbanización está formada por siete promotores, que a largo plazo construirán un máximo de 71 viviendas, es decir, lo que permite el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Las edificaciones aledañas a la calle Llucmajor tendrán planta baja más tres alturas mientras que las fincas cuyas fachadas miren a la nueva calle transversal que debe abrirse prolongando Mariscal Bartomeu Gayman dispondrán de planta baja más dos alturas y áticos retranqueados, tal como detalló Sebastià Sbert, uno de los propietarios y administrador de Promocions Can Capes.

El suelo no lucrativo para viales y otras infraestructuras suma casi 3.000 metros cuadrados y el resto, el lucrativo, no solo está calificado como residencial, sino que hay también una parte industrial. Son unos 2.300 metros cuadrados en la zona más occidental y con ellos tendrán que cerrar el pequeño polígono ya existente, donde hay naves ocupadas por una empresa de muebles de segunda mano, una de mudanzas, un gimnasio y un club nocturno.

Un molino a proteger

La junta de compensación lleva más de una década intentando sacar adelante este proyecto de urbanización, pero se ha topado con diferentes problemas, entre ellos que el PGOU contempla la prolongación de la calle Damià Reixach por donde se encuentra un molino de agua. Se trata de un elemento etnológico tradicional con una protección específica, por lo que no se puede demoler, como preveía el proyecto anterior en base al planeamiento de Cort. Finalmente, se ha modificado y se ejecutará un estrechamiento de la futura calle en ese tramo, según explicó Sbert, miembro de la junta de compensación.

Por otra parte, el solar lindante en la zona occidental -separado por un muro de piedra- está en obras desde el martes con el fin de construir un aparcamiento al aire libre de unas 40 plazas destinado a los clientes y propietarios de las naves allí ubicadas. Mide unos mil metros cuadrados y tiene acceso por la calle Sor Isabel Cifre. Es una parcela comunitaria privada de uso industrial y a cada propietario de dichas naves le pertenece un número determinado de plazas. Además del parking, la empresa constructora Vitrac llevará a cabo canalizaciones de aguas pluviales y de electricidad para instalar el alumbrado. Los trabajos durarán un mes y acabarán con las quejas vecinales por el mal uso que se hacía del solar, ya que se utilizaba de forma irregular.

En el terreno colindante se está construyendo un aparcamiento de unas 40 plazas. R.G.

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