Una niña de no más de cinco años recoge su premio: una medalla de la que presume poniéndosela en el cuello, un plátano y unas galletas. Acaba de correr en la carrera infantil de Reyes que se celebra desde hace once años en el parque de las Estacions el cinco de enero, una actividad en la que participan mil niños y niñas. "Me he caído y no me he hecho daño", dice la pequeña. Su madre, que la espera móvil en mano, le dice: "¡Eres una campeona!".

Este domingo el Parc de ses Estacions estaba lleno de campeones y campeonas. Esta carrera infantil, que divide a los participantes en cinco grupos -según la edad-, es una de las actividades más consolidadas del programa de navideño del Ayuntamiento de Palma. Allí estaba el alcalde José Hila y también el regidor de Deportes, Xisco Ducrós, que mencionó su satisfacción ante el buen desarrollo de la jornada. En esta edición, a diferencia de las anteriores, los primeros en salir a correr fueron los mayores, mientras que los más pequeños, que corren acompañados de sus madres y padres, fueron los últimos. "Cada año recibimos peticiones de mejora de parte de los participantes. Este cambio lo planteamos para intentar que la salida no estuviera tan congestionada, por eso los que van acompañados salen últimos", apuntó Ducrós, que recordó el carácter amistoso y relajado de la carrera, que no es una competición.

Guillem Oliver también mostraba su medalla. Era la tercera vez que participaba en la carrera, pero fue la primera carrera de su hermano pequeño, Jaume, de tres años. "Cada año vengo porque me gusta mucho. Caliento un poco antes de salir para hacerlo mejor", apuntó. Estirar y calentar es importante, y Guillem lo sabe. Pero no todo le parece bien y bonito: "El año pasado había un espacio para jugar y así no te aburrías mientras esperabas. Este año no lo han puesto", lamentaba un poco enfadado. No le falta razón: a diferencia del año pasado, este domingo no había habilitada ninguna zona con juegos de psicomotricidad o para dibujar. Lo que sí había era un paje real que recogía las cartas de aquellos niños y niñas que siempre esperan al último momento para escribir a los Reyes Magos.

Xavi Arranz y Adrià Bolufer posan para la foto que está disparando el padre de Xavi. En sus cuellos, cómo no, lucen las medallas. Con una gran sonrisa y rebozando felicidad, Xavi señala que "todos tenemos medallas, por eso me gusta venir". Se estrenó en esta carrera infantil de Reyes el año pasado, y le gustó tanto que ha repetido en compañía de su amigo. Su participación en la carrera redondea un año durante el que, dicen, se han portado muy bien. Y no, señalan que no han sido "nada pillos".

Las plazas para la carrera, que tiene un límite de mil participantes, se acabaron hace escasos días. Ducrós comentó que, de momento, no piensan en cambiar de espacio para que puedan participar más pequeños y pequeñas. "Está bastante equilibrado el tema de la demanda y la participación. La actividad funciona muy bien aquí, así que de momento no pensamos en cambiarla de lugar". Como novedad, este año la organización, el Institut Municipal de l'Esport (IME), no ofrecía botellas de plástico a los runners, sino que cada uno podía llenarse su propia botella en el depósito de Cleanwave que se instaló en el parque. El lugar estuvo, durante la mañana del domingo, lleno de ilusión, energía y motivación. Fomentar el deporte nunca había sido tan fácil y agradable, y es una de las mejores maneras de esperar la llegada de los Reyes Magos y la cabalgata.