El restaurante del Club Marítimo Molinar de Levante (CMML) ya ha cerrado y está vaciando las instalaciones. Cesa su actividad debido al avance de las obras de reforma del puerto y después de que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares se lo ordenara a finales de noviembre.

Ayer mismo, dos personas estaban desmontando estructuras exteriores añadidas al edificio y otras vaciaban el interior, de donde sacaban cajas con copas y todo lo que diariamente se utilizaba para atender a los clientes.

El cierre se ha producido después de que, a finales de noviembre, la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) dictara dos autos donde ordenaba que el restaurante del Club Náutico del Molinar de Palma cesara su actividad y disponía que las obras en dicha zona impulsadas por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) siguieran su curso.

Desde hacía meses, el restaurante seguía abierto y atendía a los clientes rodeado de grandes máquinas trabajando en la reforma del puerto, un proyecto que se puso en marcha en marzo y que acumula meses de retraso precisamente por la negativa del CMML de abandonar las instalaciones, según ha denunciado en reiteradas ocasiones la APB. El restaurante ha permanecido abierto hasta finales de 2019, pese a que la Autoridad Portuaria de Baleares le había ordenado en mayo que cerrara para proseguir con las obras.

in embargo, tanto la dirección del Club como los responsables del restaurante hicieron caso omiso a esta orden en ese momento y recurrieron a los tribunales para plantar cara a la APB, que también se vio obligada a solicitar judicialmente autorización para poder desalojar el edificio del puerto del Molinar.

Tras conocerse los dos autos del TSJB de finales de noviembre, hace unas dos semanas que el Consejo de Administración de la APB ratificó tres sanciones contra el Club Molinar por un importe total de 135.000 euros. Las multas se habían impuesto a finales de mayo por diferentes motivos: por no cesar la actividad del restaurante, como se le había ordenado, por traspasar la cesión de ocupación temporal y por retirar carteles informativos colocados por la Policía Portuaria informando de la orden de cerrar.

Tanto el CMML como el restaurante se han despedido coincidiendo con el inicio de 2020 “debido al avance de las obras” de remodelación del puerto y esperan volver a ofrecer sus servicios “en un corto periodo de tiempo”, según recoge Gaceta Náutica.