Un Son Moix lleno de gorros de colores y griterío de niños fue este domingo por la mañana el lugar de diversión de los más de mil asistentes a la Festa Aquàtica de Nadal [vea aquí las imágenes. La piscina pequeña se inundó de chavales con ganas de jugar con todo tipo de elementos flotantes, como tablas, churros y pelotas para lanzar a las porterías de waterpolo o colar en alguno de los agujeros de un enorme cubo; mientras que la olímpica estaba ocupada en gran parte por los tres circuitos flotantes que hacían las delicias de quienes conseguían mantener el equilibrio.

La abarrotada quinta edición de la fiesta organizada por el IME (Institut Municipal de l'Esport) se hizo esperar, debido a que se iba a celebrar el pasado domingo en las piscinas del Germans Escales, pero el temporal de viento de la noche anterior provocó daños en el techo de las instalaciones y el evento se suspendió. Numerosas familias acudieron a la primera convocatoria porque no sabían que se había anulado y tuvieron que volver a casa sin haberse dado un chapuzón.

"Después de una semana, han venido con más ganas", como dijo la madre de Tatiana y Carlos García Jiménez, de 10 y 7 años, mientras los niños se mantenían a flote sobre una tabla sujetada por su padre. Llegaron a primera hora de la mañana -"para poder jugar en los toboganes sin hacer cola", especificó Carlos-, ya que se estrenaron el año pasado y sabían que "tiene mucho éxito". Tanto que las filas para subir a alguno de los tres circuitos de habilidades ocupaban todo el espacio entre la piscina grande y la infantil.

Allí estaban Dani Pomar, de 7 años, y su madre, Sandra, quienes aguardaban en la cola para repetir el recorrido del circuito pequeño. "He probado todos y el que más me gusta es el grande", comparó parapetado con un traje corto de neopreno, un gorro y unas gafas de agua que no se quiso quitar ni en tierra firme.

La jornada lúdica gratuita se celebró desde las 10,30 hasta las 13,30 h. y, aunque estaba dirigida sobre todo a familias con niños, también acudieron numerosos adolescentes e incluso un grupo de nadadoras profesionales que aprovecharon la ocasión de pasar un día en la piscina sin tener que competir. Para poder controlar la gran afluencia de participantes, el IME incrementó el dispositivo de socorristas con seis en total, y hubo una docena de monitores para orientar a los bañistas en los juegos y circuitos hinchables de la fiesta acuática de Son Moix.