El camino rural de Can Mallol, en Establiments, tiene un sendero que comienza en el número 8 y que ha sido cerrado tras más de un año abierto al público . Ahora otro fallo judicial da la razón a la propiedad de la finca frente al Ayuntamiento y concluye que tanto la titularidad como el uso son privados. Por este motivo, la barrera de hierro que Cort obligó a abrir en febrero del año pasado y retiró dos meses después ha sido instalada otra vez y vuelve a estar clausurada desde este mismo diciembre.

La sentencia más reciente, del juzgado de primera instancia 4, estima íntegramente la demanda interpuesta por el dueño, es decir, La Mancha Property Invest S.L., frente al consistorio, que puede recurrir. La magistrada, Isabel Frade, establece que "el camino sito en el interior de la finca [...] es propiedad de la parte actora y no está gravada con servidumbre pública de paso". El Ayuntamiento no litigó sobre la titularidad del sendero, ya que "admite que es privado", sino sobre el uso, porque queda probado que "desde hace al menos 50 años los sucesivos propietarios [...] permitieron que quien lo tuviese por conveniente utilizase libremente el camino".

Denuncia vecinal

Sin embargo, como en 2009 fue cerrado por la nueva propiedad, la asociación de vecinos de Establiments lo denunció ante Cort, que inició un expediente y un año después aprobó requerir al dueño que deje "abierto y libre el tramo que ha sido objeto de cierre del vial llamado Camí de Can Mallol". No cumplió con la exigencia de la junta de gobierno, por lo que el caso acabó en un contencioso con un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Balears que da la razón a la administración local. Por eso, el año pasado se abrió finalmente el sendero rural que atraviesa la extensa finca.

La propiedad recurrió a la vía civil y ahora la nueva sentencia concluye: "Que de un camino se haga un uso público, entendido como que puede accederse libremente al mismo sin obstáculos por parte de la propiedad, es uno de los indicios que se utilizan para determinar el carácter demanial del camino, es decir, que es un bien de titularidad pública", pese a que Cort no la reclama. Por ello, el fallo continúa diciendo que el acceso libre durante años porque los dueños no lo han impedido "no determina más que un uso meramente tolerado por parte de la propiedad, fundamentado en relaciones de buena vecindad y que era algo habitual antiguamente en Mallorca, cuando las fincas estaban abiertas y pasaban por ellas vecinos, jornaleros que iban de unas a otras o se usaban para atajar".

Camino alternativo

La asociación de vecinos acogió con decepción dicha sentencia, aunque una representante de la finca les convocó a una reunión la semana pasada y les tranquilizó afirmando que la ruta alternativa abierta -colindante a la parte sur de la propiedad y que comunica con el Parc Bit- "continuará así y se plantean adecentarla", según explicó el presidente de la entidad vecinal, Llorenç Bauzà, respecto a las intenciones de La Mancha Property Invest. Otra cuestión que plantearon en el encuentro fue la tala de árboles que están llevando a cabo en los terrenos. Antes de que cerrasen la barrera, se podía ver fácilmente y varios paseantes lo denunciaron ante la Policía y la concejalía de Modelo de Ciudad de Cort, que envió inspectores y "comprobaron que estaba todo en regla", tal como añadió.

El Ayuntamiento tiene previsto iniciar el próximo año los trabajos previos para la catalogación de los caminos públicos de Palma y este caso será abordado, porque en principio tenía que formar parte de la Ruta de la Pedra en Sec. Sin embargo, el controvertido tramo está cerrado, por lo que para ir de excursión del Parc Bit a Esporles hay que coger el alternativo.